Era muy frecuente, que entre las enseñanzas que recibíamos de nuestros abuelos, destacase su consejo: “piensa mal y acertarás”.
Recuerdo lo antes expuesto pues conversando en un grupo de amigos sobre lo que sucedía en el Perú, manifesté que estábamos frente a un complot internacional. La respuesta que recibí fue: “no seas mal pensado”, lo que hay es una protesta justa ante la postergación de siglos de los compatriotas andinos.
Lo cierto es que, como dice otro sabio refrán: “no hay peor ciego que el que no quiere ver” y si a ello le agregamos el ser incautos e ingenuos, la mezcla es más que tóxica.
A estas alturas, seguir creyendo que lo que sucede a diario son coincidencias y no causalidades, es francamente torpe. Me explico, en simultáneo bloquean diversas carreteras, también en simultáneo pretenden paralizar aeropuertos y al mismo tiempo atacan los sectores de la economía nacional más significativos, como son la agroindustria, la minería, el turismo y ahora la piscicultura que estaba en notorio ascenso para ingresar como “estrella” de las exportaciones.
Con los ataques a dichos sectores se ocasiona gran daño interno, al que debemos agregar con mayor gravedad el externo. En el daño interno se pierde fuerza laboral en todos los sectores mencionados, aumentando groseramente el desempleo, pero si por la interrupción de carreteras los alimentos no llegan a los mercados, simplemente se pudrieron y encima hay que gastar para deshacerse de ellos.
Respecto a las implicancias con el sector externo tenemos que al no llegar los bienes de exportación a puerto en el momento debido, se pierden fletes, se anulan cartas de crédito, se incumplen contratos de abastecimiento con compradores del exterior, pueden existir obligaciones de pago de multas y demás penalidades por incumplimientos y, lo que es peor, los compradores quedan insatisfechos, pues la falta de entrega de lo que compraron, afectará a su vez el cumplimiento de sus obligaciones con sus clientes, distribuidores y demás eslabones de la cadena de suministros. En buen romance, le pondrán una cruz al proveedor peruano y buscarán otros lugares de donde comprar
Todo lo hecho en los últimos años en la agro industria queda en peligro y, de nada nos servirán los esfuerzos para tener mejor calidad de arándanos, paltas, uvas, espárragos y mangos que nos pusieron en escaparate mundial.
En cuanto al turismo, se cancelan paquetes ya concertados, los hoteles y diversos hospedajes sin pasajeros, miles de miles de personas desocupadas y la imagen del Perú como destino turístico por los suelos. Turistas maltratados, su prédica es más venenosa que la cicuta.
Nuestra trucha, entró a competir en mercados internacionales con el salmón y, justo a una de las principales piscigranjas en Puno la atacan, incendian instalaciones, destruyen las mallas y sueltan toneladas de biomasa que demorará mucho tiempo en reconstruirse, y como corolario centenas de mujeres puneñas sin trabajo. Francamente criminal.
Nada es coincidencia, todo es orquestado, constituye una conjura o confabulación del rojerío internacional contra el Perú, que por sus riquezas y ubicación geopolítica sería la joya de América.
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