Una nueva polémica medida gira en torno a la administración de Donald Trump. El presidente de los Estados Unidos inauguró el penal bautizado como 'Alligator Alcatraz', una cárcel exclusivamente dedicada para los migrantes ilegales que llegan a su país.
Ubicada al sur de la Florida y rodeada del Parque Nacional de los Everglades, el establecimiento penitenciario tiene capacidad para albergar a 5 000 extranjeros y su construcción, a base de remolques, demoró tan solo ocho días.
Detenidos estarán rodeados de caimanes y serpientes
El penal 'Alligator Alcatraz' tuvo ese nombre, puesto que, está situado a espaldas de un espacio natural que aloja a 200 000 caimanes, boas y pitones. Este espacio será dedicado para acoger a los extranjeros ilegales que pisen territorio estadounidense. Desde Washington informaron que el nuevo centro penitenciario tendrá sus propios jueces de migración para acelerar las deportaciones a sus países de origen.
"Es muy apropiado. He mirado afuera y no es un lugar al que me apetezca ir de excursión (...) Estamos rodeados de kilómetros de pantanos traicioneros y la única salida es la deportación. Muy pronto estas instalaciones albergarán a algunos de los migrantes más amenazantes, algunas de las personas más despiadadas del planeta", sostuvo el titular de la Casa Blanca.
Cabe señalar que, el penal fue construido sobre un antiguo aeródromo, a 72 kilómetros al oeste de Miami. Asimismo, tendrá un costo de 450 millones de dólares anuales y su construcción está siendo cubierta por el Gobierno de la Florida, aunque gran parte del presupuesto está siendo cubierto por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), conocida por su respuesta ante huracanes y otros desastres naturales.
Reacciones por su construcción
Desde el oficialismo, el republicano y gobernador de la Florida, Ron DeSantis, saludó la construcción del 'Alligator Alcatraz'. En esa línea, anunció que enviará 100 efectivos de la Guardia Nacional al lugar.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, sostuvo que "solo hay un camino para entrar y la única salida es un vuelo de ida. Puntualizó, que, la puesta en marcha de la cárcel "es una forma eficiente y económica de ayudar a llevar a cabo la mayor campaña de deportaciones masivas en la historia de Estados Unidos".
No obstante, quien se mostró en contra de su ejecución fue el exlegislador de la Cámara de Representantes, David Jolly, calificando como al reclusorio como "una maniobra política despiadada" por parte de Washington.
A nivel internacional, Claudia Sheinbaum y Gustavo Petro, presidentes de México y Colombia, respectivamente, rechazaron la construcción de la nueva cárcel, puesto que, se estaría tratando de "criminales" a los migrantes.
De esta manera, la administración de Donald Trump inauguró el nuevo establecimiento penitenciario rodeado de caimanes y serpientes.