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En el Perú la pobreza se disparó el 2020 al 30,1 % de la población, equivalente a cerca de 10 millones de peruanos que viven con menos de 360 soles al mes, tras experimentar un incremento de 9,9 porcentuales respecto al 2019.

Se le echa la culpa al modelo “neoliberal” de la mayor pobreza. ¿Si el modelo no ha cambiado desde 1991 no es la causa de cambios recientes? De otro lado, se afirma que es consecuencia de la falta de inversión privada. ¿Cuál es la relación entre la inversión privada y el gasto o el ingreso de las familias, variables con las que se mide la pobreza?

Debemos conocer los ingresos de una familia pobre. Para saber la importancia de los ingresos laborales, su relación con el crecimiento económico y los ingresos familiares-, y de la participación de las transferencias gubernamentales para evaluar – el canal de la política social distributiva-.

Los ingresos laborales dependen, del crecimiento económico que es producto de las actividades productivas, de las empresas que necesitan materia prima, mano de obra y efectúan gastos de fabricación. En consecuencia, cuando hay crecimiento, aumenta la contratación de mano de obra por las empresas, el empleo y los salarios.

Cuando aumenta el empleo y/o los salarios, hay mayor ingreso en los hogares y más gastos familiares en alimentación, educación y salud. Y como la pobreza se mide por los gastos, se reduce.

En el mediano plazo, el incremento del gasto público debe estar sustentado en ingresos tributarios los que crecen, dada la presión tributaria, si crece la base sobre la que se recauda, que es la producción.

Tenemos un déficit fiscal del -5.9% que debe disminuir, con mayores ingresos, sin embargo, el Gobierno de forma irresponsable viene disminuyendo el gasto real descuidando la política social, en vez de reestructurar el presupuesto y eliminar gastos improductivos.

Cuanto más alto es el crecimiento, hay más recaudación y aumenta el gasto público, que puede dirigirse al gasto social. Los ministerios de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) no existirán sin la asignación presupuestal del crecimiento económico.

Atraemos la inversión extranjera solo en minería e hidrocarburos. Nuestro modelo es apoyar la inversión para la explotación y exportación de materia prima.

La minería tiene un peso del 12% en el PBI. Los beneficios del sector exportador que explica casi el 60% del PBI no apoyan la economía doméstica.

El interés por la ciencia, investigación y la tecnología es limitado; no se reconoce que a través de la investigación se puede transformar el estado por uno, con participación comunitaria y exigencia de responsabilidades.

Al gasto público en educación, salud, sistemas de agua, saneamiento no se le da importancia, destinando los recursos en acciones que no son rentables socialmente.

El Gobierno debe conocer que el entorno mundial depende de la tecnificación, conocimiento y dominio de las innovaciones tecnológicas, así como la capacitación de sus trabajadores.

La pregunta es ¿Qué hacer para que el crecimiento económico se acelere, para reducir la pobreza?

La idea es convertir al Perú en una sociedad libre, dinámica y no seguir en el atraso y desorden.

(*) Economista

La entrada Por: Germán Lench Caceres / Crecimiento ¿Y la pobreza? se publicó primero en La Razón.