Super Mensajes

-“¡Oh, si tan solo los gobernantes de esas gigantescas potencias del mundo, meditaran tan solo 60 segundos de su tiempo mejor, sobre nuestros sueños, esperanzas e intereses de la humanidad. Entonces, otra sería el destino del ser humano, tan faltos de paz y amor entre todos los hombres de buena voluntad. Más, os diré que, en esta mañana sombría, al vuelo del despertar de los pájaros de mal agüero, bajo esas sombras aterradoras de la guerra, derramé lágrimas crudas de dolor.

Y me dije: ¡Dios mío! , No fue un sueño, sino una cruda realidad, pues cómo nos duele en lo más profundo de nuestro ser, aquella guerra atroz entre Rusia -Ucrania-EE.UU. y la OTAN,. ¡Ellos generaron una crisis alimentaria que ya se cierne sobre América del Sur!. Y, entonces, la maldad nos dirá: ¡Alabaos sean los ricos, porque ellos no sufrirán la hambruna de este siglo ¡ . -¡Bendito sean los pobres porque de ellos será el cementerio! “.

Lúgubres vaticinios del Filósofo Ugandés Tongo que conmueven hasta el alma del más fiero y duro del irreverente.  No queda, sino luchar contra la hambruna, no obstante, ser el Perú una Nación de arraigada tradición agrícola. Producimos las mejores variedades de especies de papa, sin embargo, otros lo importan, mientras nuestros pobres campesinos encorvan sus espaldas que otros se aprovechan, pagándoles precios insultantes, sumiéndoles en la pobreza más extrema.

Quieren que sonreíamos porque somos ricos en especies marinas que el Mar de Grau nos provee; sin embargo, son faltos en la mesa del consumidor peruano, porque otros se enriquecen con los productos marinos que ellos exportan como harina de pescado. Entonces, cómo quieres que no alce mi voz de protesta, si te interesa más tus bolsillos que la mirada triste de un niño que decae por hambre.

Quieres que ensanche mi mirada indiferente, mientras otros teniéndolo todo, poco nos dejan para el consumo en nuestro mercado interno. Pues, entonces ensanchemos nuestras fronteras agrícolas hasta más allá del esfuerzo y coraje de nuestros campesinos. Pues, el hambre aprieta nuestros estómagos, siendo la seguridad agrícola lo más relevante. De manera que, cuanto más dependamos de los mercados exteriores, más sufriremos los embates de las voracidades del exterior. Pues, nos debemos entre los peruanos el sentido de la racionalidad humana por la hermandad, fraternidad y solidaridad.  Más, no a la forma estúpida de enriquecerse con el dolor y el llanto ajeno. Pues, la felicidad de uno debe ser la felicidad para todos.

Los precios del trigo y otros alimentos básicos alcanzan precios prohibitivos al común de los mortales. Ni que decir, de los fertilizantes e insumos para los agricultores. Entonces, cuando de hambre se trata, nadie puede estar ajeno a esta grave situación. No es justo que unos pocos vivan del comercio injusto y especulativo mientras a otros solo les queda mirar el pan que sobra en la mesa de los especuladores.

(*) Abogado penalista y analista político.

The post Por: JORGE B. HUGO ÁLVAREZ / El peligro de la hambruna en Perú appeared first on La Razón.