La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia, presidida por el juez César San Martín, confirmó la condena impuesta al exfiscal superior Elio Abel Concha Calla, quien fue hallado culpable del delito de tráfico de influencias tanto reales como simuladas en agravio del Estado.
El tribunal ratificó la sentencia del 7 de septiembre de 2023, que impuso al exfiscal una pena de nueve años y cuatro meses de prisión efectiva, así como una inhabilitación por 15 años para el ejercicio de la función pública. Además, se confirmó el pago de una multa de S/ 21 290 y una reparación civil de S/ 220 000 a favor del Estado.
Según la acusación fiscal, Concha invocó influencias para favorecer al exalcalde de Chiclayo, David Cornejo Chinguel, en una investigación fiscal en su contra, a cambio de dinero y otros beneficios.
Asimismo, ofreció interceder ante el entonces alcalde de Chiclayo, Marcos Antonio Gasco Arrobas, a favor de la empresaria Mirtha Cristina Gonzáles Yep, con el objetivo de que se ordenara el pago de deudas pendientes de la comuna a la empresa que ella representaba.
¿Qué alegó la defensa del exfiscal?
Elio Abel Concha Calla presentó un recurso de apelación argumentando una supuesta valoración errónea de las pruebas por parte del tribunal. Según su defensa, se ignoraron elementos que desvirtuaban la versión incriminatoria presentada por el exalcalde Cornejo Chinguel y por Willy Serrato, entonces alcalde electo de Olmos.
Concha sostuvo que el colegiado no evaluó debidamente los tiempos, formas y circunstancias en que habrían ocurrido los encuentros y supuestos acuerdos ilícitos. Además, cuestionó la credibilidad de los testimonios, señalando que se dio más peso a las declaraciones de Cornejo Chinguel, a pesar de existir otras pruebas que, a su juicio, lo desmentían.
¿Cómo se reveló el caso?
Los hechos se conocieron el 14 de diciembre de 2018, durante la lectura del testimonio de un aspirante a colaborador eficaz en la audiencia de prisión preventiva contra David Cornejo Chinguel. El testigo, identificado con el seudónimo de El Moralizador, relató que Willy Serrato se ofreció a ayudar a Cornejo en su proceso judicial.
Para ello, le propuso viajar a Lima y reunirse con su "contacto". Una vez en la capital, antes de ingresar a la Fiscalía de la Nación, Cornejo le preguntó quién era la persona en cuestión. Serrato le respondió que se trataba de un fiscal que había trabajado en Chiclayo y que era su amigo desde hace años.