Super Mensajes

Como todo niño, el pequeño Erick siempre seguía a su mamá a donde iba. La señora Denise Quispe vivía con él en una humilde casa de esteras y la entrada a la cocina no era una puerta sino un plástico. Por eso no sintió cuando su hijo entró detrás de ella a la cocina y, mientras buscaba agachada unos productos, él jaló la olla de agua caliente que estaba a su alcance. "Volteé cuando empezó a gritar y vi que salía humo de su cuerpo".