El miedo sigue reinando en Afganistán. Cientos de mujeres, niños, ancianos y hombres quieren abandonar el país asiático luego de que los talibanes tomaron varias ciudades importantes de la nación. Las féminas principalmente temen las prohibiciones del movimiento político paramilitar en caso tomen el poder.
Se aferraron a la rampa trasera de un avión estadounidense para fugar y no ser sometidos a un posible régimen extremista con varias prohibiciones
Uno de los puntos con mayor concentración de personas es el aeropuerto de la capital, Kabul. En redes sociales se viralizó una foto tomada desde el interior de un avión C-17 de la fuerza aérea de Estados Unidos en donde ya no cabía nadie más luego de que 640 afganos entraran parados y apretados para fugar.
Las fuentes militares indican que muchos treparon desesperadamente la rampa trasera del medio de transporte aéreo y hasta se colgaron de las llantas para abordar el vehículo sin un pasaje. Ante esta situación, “la tripulación tomó la decisión de volar” en lugar de pedirles o forzarlos a que bajen para despegar.
Mientras algunos intentaban escapar sin importarles exponer sus vidas, otros se encontraban en las calles aterrados mientras los talibanes paseaban con sus armas colgadas en las espaldas. Unos tenían pequeñas mochilas con sus pertenencias y pocos solo contaban con la ropa que usaban en ese momento.
Pese a que Estados Unidos no confirmó el destino del avión, sí reveló que seguirán evacuando a más compatriotas de Afganistán. Por su parte, Japón también tomó la misma decisión. Retiró del territorio a 12 miembros de su embajada para montar una oficina provisional en Estambul, en Turquía.
Mujeres temen volver a represión
Los talibanes impusieron un brutal régimen cuando tomaron el país afgano de 1996 a 2001 y las mujeres son las que más sufrieron. Ellas no tenían acceso a la educación porque los veían innecesario y a los 10 años les prohibían acudir a las escuelas. Por ello no podían tener una profesión o estudios universitarios.
Otra de las prohibiciones más marcadas fue la exposición de la piel de las féminas a los ojos de los hombres. En los espacios públicos debían aparecer tapadas de pies a cabeza, no podían mostrar los tobillos, hombros, ni cabeza. El velo les cubría hasta los ojos, caso contrario, las consideraban pecadoras.
Al no poder exponer las partes de sus cuerpos, tampoco podían aparecer en la televisión, en revistas o publicidades. El maquillaje y las uñas pintadas también era restringido. Reportes de la época indican que las azotaban en público y les amputaban los dedos cuando descubrían que habían utilizado cosméticos.
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En algunos casos eran forzadas a casarse incluso siendo menores de edad. Cuando eso pasaba, las mujeres, con más razón, eran obligadas a quedarse en casa. No se les permitía salir solas ni estrechar la mano con un hombre. Los castigos eran diarios sin importar el momento o la edad de las agraviadas.
Solo pocas doctoras podían salir de sus viviendas para atender a otras, pues las que no son personas de la salud no pueden ser tratadas por varones. Los talibanes preferían que ninguna ocupe un puesto de trabajo. Muchas se cansaron y tomaron armas para enfrentarlos después de la caída de Kabul.
Talibanes aseguran el respeto
Aunque el país vive una incertidumbre, los talibanes aseguran que la guerra en Afganistán ya terminó y que habrá un perdón general. El portavoz Zabihullah Mujahid participó de una rueda de prensa en la capital y así lo confirmó para intentar calmar el tenso momento que viven miles de ciudadanos afganos.
“Nos comprometemos a dejar trabajar a las mujeres de acuerdo con el respeto de los principios del islam… Todos los del bando contrario están perdonados, de la A, a la Z… No buscamos venganza”, refirió el representante añadiendo que pronto establecerán un gobierno que “conectará con todas las partes”.
El cofundador y número dos talibán, el mulá Abdul Ghani Baradar, volvió al territorio desde Catar, lugar donde dirigía el gabinete político del movimiento, para participar de las movilizaciones. El exjefe militar de los talibanes se perfila a ser el próximo presidente de Afganistán.
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