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Por Valery Díaz Vásquez

Martín Espinoza Grajeda estudió en la Escuela de Bellas Artes del Cusco. Radica en Francia y es el artista que ha tenido el honor de esculpir el busto de la leyenda nacional Yma Súmac, como parte de las ceremonias en Estados Unidos por la conmemoración de los 100 años de su nacimiento.


Martín es hijo de José Espinoza y Adela Grajeda, un policía y una profesora de origen cusqueño. Tiene 54 años y una fructífera carrera artística en Europa. Se puede decir que su genio artístico es hereditario o lo lleva en la sangre. Vivió y estudió la primaria en el limeño distrito de Villa María del Triunfo, pero terminó la secundaria en el norte del país, en el Colegio Militar Pedro Ruiz Gallo de Piura, en 1986.

Sus raíces no tardaron en tocarle la puerta, y viajó al Cusco para ingresar a la Universidad de Arte del Perú y estudiar dibujo y escultura. Logró uno de los diez primeros lugares y obtuvo una beca que mantuvo toda su carrera.

Fausto Espinoza, su tío, fue quien le compartió sus conocimientos en el arte de esculpir en diferentes soportes y técnicas, pero, como en muchas historias de éxito, el alumno superó al maestro.

Su tío empezó a notarle grandes habilidades y en 1993 le ofreció trabajar en un monumento que sería colocado en San Sebastián, Cusco. Se trata de la escultura en aluminio Kuntur Apuchin, de aproximadamente cuatro metros de altura.

En 1995, y por razones personales, tomó la decisión de viajar a Francia. Así, con 26 años, Espinoza, llegó al país de la Torre Eiffel, sin conocer el idioma, pero con todas las ganas de salir adelante por su familia.

Después de dos duros años de adaptación, que incluyó clases intensivas para aprender el francés, abrió un estudio y comenzó a dedicar parte de su tiempo en ofrecer talleres y cursos de escultura.


Premios en Francia



Ya en 1998, ganó el Primer Premio de Escultura: Premio de la Asociación para el Desarrollo del Arte Contemporáneo (ADAC),en la Galería Georges Pompidou, Francia, pero esto solo sería el inicio de su exitosa carrera como artista.

“Me identifico mucho con mi país y con su excepcional cultura. Poder mostrarla a través de mi estilo plasmado en cada una de mis piezas tiene un gran valor para mí”, expresó sonriente y orgulloso.

De este modo, Martín comenzó a cautivar a la audiencia europea al exponer esculturas impregnadas por la influencia de la cultura Nasca en diversas galerías francesas y de Bélgica. El constante perfeccionamiento en su estilo lo llevó a ganar en el 2002 el Primer Premio de Artesanía, otorgado por el Club Rotario en Burdeos, y otro, en la categoría de escultura en Brassempouy, en el 2008.

Nos cuenta que gracias a los reconocimientos obtenidos pudo abrir dos talleres, en los que recibe a alumnos de la Escuela de Bellas Artes de Francia y a personas interesadas en la escultura. Hasta la fecha, ha efectuado más de 40 exhibiciones artísticas, agrega.


Homenaje a la diva


Este año, la junta de directores de Perú Village Los Ángeles, una organización sin fines de lucro, estuvo buscando a la persona que se encargaría de realizar una escultura a la ‘princesa inca’ Yma Súmac, por los 100 años de su natalicio.

Y Espinoza no dudó en ser parte de este gran homenaje. La organización lo entrevistó y quedó impresionada por la calidad de sus obras. Hubo otro hecho que fue determinante para la organización: Martín e Yma compartían la misma historia, dos peruanos emigrantes que han enaltecido el nombre de nuestro país en el extranjero.

“Mientras retrato a Yma Súmac, en lo único que pienso es en nuestro Perú y en dejar a una de sus máximas representantes en lo más alto. Lo hago en nombre de ella y de todos los escultores peruanos”, resaltó Martín Espinoza con un patriotismo que contagia.

Ha viajado desde Francia a Los Ángeles, con la escultura que será develada en una ceremonia oficial en el cementerio Hollywood Forever, donde descansan los restos de nuestra diva inca junto a otras celebridades mundiales.

La soprano Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo, conocida mundialmente como Yma Súmac, incursionó en el cine en películas como El secreto de los incas” junto al legendario Charlton Heston. Es la única artista peruana merecedora de una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Se hizo conocida en el mundo por su extraordinario registro vocal, que le permitió recorrer los principales escenarios internacionales y ser una gran estrella en su época.

Martín se muestra orgulloso de haber tenido en sus manos la responsabilidad de esculpir no solo a un ícono de la música mundial, sino también a una de las mujeres más emblemáticas del país. “Es demasiado orgullo”, nos repite.


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(FIN) VDV/RES

Publicado: 13/9/2022