Le ganó 2-0 al Inter de Milán y lo eliminó del Mundial de Clubes.
Fluminense protagonizó una de las grandes sorpresas de los octavos de final del Mundial de Clubes al imponerse por 2–0 frente al subcampeón europeo Inter de Milán, en un vibrante choque celebrado en el Bank of America Stadium. En una actuación de altísimo nivel, el equipo carioca combinó espíritu combativo y eficacia letal para desmentir los pronósticos.
El primer tanto llegó muy temprano, apenas al minuto 3, cuando Germán Cano sorprendió de cabeza tras un centro al segundo palo, adelantando a Fluminense y prendiendo la mecha en un duelo que prometía intensidad. El tanto fue resultado directo de un fallo defensivo de Inter y evidenció la ambición del cuadro brasileño, que se plantó con autoridad frente al gigante italiano.
Durante buena parte del segundo tiempo, Inter presionó y generó varias ocasiones, incluida una estremecedora llegada de Lautaro Martínez que impactó el poste. Sin embargo, la defensa de Fluminense, sostenida por Thiago Silva y el portero Fabio con más de siete intervenciones decisivas, se mantuvo firme bajo tensión.
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El broche heroico llegó en el minuto 90+3, cuando Hércules, entrando desde el banco, aprovechó un error defensivo para definir con un disparo cruzado y sellar la victoria 2–0, confirmando una clasificación histórica.
El dominio de Fluminense no se limitó al marcador. Desde el planteamiento ofensivo, con Jhon Arias generando peligro constante por derecha, hasta la organización táctica de Renato Portaluppi, que ha transformado al equipo con su estilo de “alta presión” y todo funcionó a la perfección.
En contraste, Inter dio señales de vida solo al final y se fue con amargura. Su capitán Lautaro Martínez cuestionó el esfuerzo del equipo y reclamó mentalidad ganadora tras el pitazo final. Con este triunfo, Fluminense avanza con merecimiento a los cuartos de final. Una hazaña épica que revalida al fútbol brasileño: valentía, efectividad y garra frente a uno de los gigantes del Viejo Continente.