Israel ha sido acusado de cometer un crimen de guerra en Gaza al utilizar la hambruna como un método de guerra. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció las restricciones impuestas por Israel a la entrada de ayuda humanitaria y comercio, así como la destrucción de infraestructuras civiles vitales que han agravado la crisis humanitaria en Gaza.
La población gazatí enfrenta una crisis extrema, con niños siendo enviados solos y a pie desde el norte hacia el sur en busca de comida y ayuda. Más de 1,8 millones de personas se encuentran desplazadas en el sur de Gaza, sufriendo también de hambre, mientras que la situación es aún más crítica en el norte de la Franja. Türk recordó que Israel ha mantenido bloqueada la Franja de Gaza durante 16 años, violando los derechos humanos de la población y generando una dependencia extrema de la ayuda externa.
Como potencia ocupante, Israel tiene la responsabilidad de garantizar el aprovisionamiento de alimentos y atención médica a la población de Gaza. Las acciones de Israel, que han llevado a millones de personas al borde de la inanición, han sido condenadas por la ONU como crímenes de guerra. Es urgente que se tomen medidas para poner fin a esta crisis humanitaria en Gaza y proteger los derechos y la vida de la población civil en medio del conflicto en la región.