CON BOMBARDEROS B-2 Y SUBMARINOS, HACIENDO USO DE LA BOMBA ANTIBÚNKER, TAMBIÉN CONOCIDO COMO GBU-57 EL PENETRADOR MASIVO DE ARTILLERÍA
Aunque Donald Trump había prometido dar a Irán hasta dos semanas para ceder a las exigencias sobre su programa nuclear, el presidente de los Estados Unidos ordenó abruptamente una ofensiva contra tres plantas nucleares iraníes. La operación de las fuerzas estadounidenses incluyó bombarderos B-2 y submarinos.
Un alto general del Pentágono detalló que la llamada Operación Martillo de Medianoche involucró a más de 125 aeronaves estadounidenses, lo que incluyó siete B-2 y 14 bombas antibúnker.
El sábado por la mañana, los radares detectaron varios bombarderos furtivos B-2 estadounidenses que despegaron de una base de la Fuerza Aérea en Misuri y se dirigieron al oeste sobre el Pacífico. Era una distracción.
Horas después, un grupo de B-2 atacó las instalaciones nucleares más importantes de Irán desde el este, según informaron funcionarios de defensa, impactando instalaciones bien defendidas donde se creía que los gigantescos rompebúnkeres estadounidenses tenían las mayores posibilidades de éxito.
El presidente Trump afirmó que submarinos estadounidenses con misiles de crucero se unieron al ataque, impactando otras instalaciones nucleares clave.
La maniobra permitió a Estados Unidos desplegar sus bombarderos sobre Irán con mayor rapidez y menor riesgo de detección. El momento también contribuyó a ocultar el objetivo de la misión.
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Bombas antibúnker
Finalmente, la noche del sábado, tres aviones B-2 estadounidenses penetraron el espacio aéreo iraní y lanzaron bombas antibúnker sobre las instalaciones nucleares subterráneas de Fordo.
De acuerdo a fuentes oficiales citadas por el New York Times, las aeronaves utilizaron el Penetrador Masivo de Artillería, también conocido como GBU-57.
Se trata de la mayor bomba no nuclear “rompebúnkeres” del mundo, según rescata la BBC, mientras que los únicos aviones estadounidenses con la capacidad para transportarla son los B-2.
La ofensiva estadounidense también incluyó submarinos de ataque clase Ohio, es decir, de gran tamaño, armamento y propulsión nuclear, que dispararon misiles de crucero Tomahawk contra las plantas de Isfahán y Natanz.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Dan Caine, afirmó que un grupo de bombarderos furtivos B-2 despegó de la Base Aérea Whiteman en Misuri entre la medianoche del viernes y la mañana del sábado.
Mientras algunas aeronaves volaron hacia el oeste como señuelo, los siete bombarderos fueron hacia el este en un vuelo de 18 horas hacia Irán, en el que repostaron varias veces durante el viaje.
Justo antes de que estos últimos entraran en Irán, un submarino estadounidense disparó más de dos docenas de misiles de crucero Tomahawk contra Isfahán, según Caine.
A medida que los bombarderos se acercaban a Fordo y Natanz, los cazas lanzaron fuego preventivo contra cualquier posible amenaza de misiles tierra-aire iraníes. El general comentó que el Pentágono desconoce si los iraníes dispararon contra los aviones estadounidenses.
El B-2 que iba en cabeza del ataque lanzó dos GBU-57 sobre Fordo, según Caine. Y, en total, los bombarderos lanzaron 14 bombas contra dos objetivos nucleares.