El proyecto de irrigación en Majes, fue concebido formalmente el 3 de octubre de 1971, con la firma del entonces presidente de la República, Juan Velasco Alvarado, en un acto público en la Plaza de Armas de Arequipa. Este proyecto tendría dos etapas, Majes I fue el primer paso.
Desde entonces el proyecto ha tenido cientos de tropiezos, inauguraciones, primeras piedras frustradas y baja rentabilidad en relación a la inversión. Pero lo más grave es que, cuando el agua proyectada para regar las 23 mil hectáreas de Majes I, se utilizó desproporcionadamente en 15 mil hectáreas, creo una bomba de tiempo. Es así que Majes I pasó de ser un esperanzador proyecto de la Junta Militar (1969-1980) a un inminente riesgo para la población y las hectáreas agrícolas, ya que el bolsón de agua subterránea se está incrementando 2 metros y medio cada año.
En 32 años, el agua empezará a aflorar superficialmente por la quebrada Hospicio, lo que significaría el mayor desastre agrícola en la zona, que arruinaría cientos de hectáreas de tierras agrícolas de Majes I. Estas estimaciones están basadas en estudios, explica Isaac Martínez, exgerente de Autodema y especialista en el proyecto Majes I, en la región Arequipa.
Rentabilidad de la primera parte del mega proyecto de irrigación Majes Siguas
Y si lo vemos por el lado de la rentabilidad, se estima que durante todos sus años de implementación y ejecución, Majes I ha tenido un costo de 1 400 millones de dólares. Es decir aproximadamente 5 mil 600 millones de soles. Un costo que el Estado aún sigue pagando.
Además, se trajeron vacas importadas, propiciando la siembra de alfalfa solo como alimento para el ganado; ya así terminaron como trabajadores colaterales para la planta de producción de Gloria.
La agroindustria quedó en calidad de promesa.
Largos tropiezos de Majes Siguas II
Majes Siguas II era la promesa para mejorar la performance de Majes I. Pero esta segunda etapa de irrigación depende de la infraestructura hidráulica de la primera etapa. Y, para variar, el mantenimiento de Majes I ha sido deficiente durante décadas.
El sistema de aducción de Majes I es el que se encuentra gravemente afectado. Este sistema tiene como función el trasvase hidráulico para incrementar la disponibilidad del río Siguas. Adiciona agua desde una cuenca vecina, para lograr la capacidad de regadío de las hectáreas agrícolas habilitadas en Majes I.
El túnel terminal tiene una extensión de 15 kilómetros. La importancia de esta infraestructura hidráulica terminal es que aquí se encuentran los 2 kilómetros de desnivel. Vital para hacer posible el funcionamiento de centrales hidroeléctricas proyectadas en Lluta y Lluclla.
Aunque gran parte del sistema presenta daños por los años sin mantenimiento adecuado, el tubo puente de la quebrada Matadero y el túnel 9 en Yanque (Caylloma), son los dos tramos donde se encuentran los daños más graves de este sistema. Y los más riesgosos para el proyecto.
Una promesa más
Lo crucial de estas reparaciones es que el proyecto Majes Siguas II se apoyará en la infraestructura de Majes I para su operatividad, lo que pone en riesgo también la eficiente ejecución de esta segunda etapa, postergada durante años.
El gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, se reunió a mediados de septiembre con el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola. En la reunión también estuvieron los congresistas por Arequipa y la ministra de Desarrollo Agrario y Riego, Jennifer Contreras Álvarez.
Esperan que con una declaratoria de emergencia, se pueda poner a punto la infraestructura hidráulica abandonada durante décadas. Recordemos que, a inicios de septiembre de 2019, el entonces gobernador Elmer Cáceres Llica también tuvo reuniones con el viceministro de Agricultura en aquel año, Jorge Montenegro. Esperaban lanzar la licitación de elaboración del expediente técnico para esta obra, y así reparar toda esta infraestructura. Otra promesa al aire en este proyecto venido a menos.
Estocada final al proyecto
Después de muchos retrasos y paralización de las obras, la concesionaria Angostura Siguas, de la empresa Cobra, decidió resolver el contrato con el GRA, argumentando incumplimientos. Esto, a pesar que se cumplió con varios puntos que ellos colocaron sobre la mesa. El más controvertido fue la aprobación de la Adenda 13, en febrero de 2022, que debió significar el destrabe total del proyecto; sin embargo, pese a haber sido suscrita por la anterior gobernadora, Kimmerly Gutiérrez, nada se consiguió.
A finales de agosto de 2023, el GRA confirmó la realización de un arbitraje de derecho con la empresa Cobra. Ahora están a la espera de que Cobra inicie el arbitraje internacional, lo que conllevará a este litigio.
Para Isaac Martínez, el proyecto continuará paralizado por lo menos 4 años. Ni el GRA ni el Estado peruano podrían retomar el proyecto hasta que se resuelva el inminente arbitraje internacional con Cobra.
Por su parte, este 21 de septiembre el GRA anunció la resolución del contrato con Cobra, por los incumplimientos que se les señala. Y, como ya mencionamos, la empresa también ha iniciado un proceso para resolver este contrato. Desde ambos lados, no existe propuesta de solución alguna para evitar el peor escenario para el proyecto, es decir, enfrascarse en este litigio arbitral y paralizar todo por lo menos un lustro.
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