Nuevo Perú anuncia que se sumará a la propuesta electoral del expresidente Pedro Castillo , quien enfrenta juicio por golpe de Estado
El partido Nuevo Perú, liderado por Verónika Mendoza, abandonó su estrategia electoral independiente y anunció que buscará sumarse a la alianza que impulsa el expresidente Pedro Castillo desde prisión. La decisión marca un giro oportunista de la dirigente cusqueña, quien ahora subordina su proyecto político a un líder procesado por golpe de Estado. La movida expone las contradicciones de una izquierda que predica renovación pero termina apostando por figuras del pasado.
El viraje hacia Castillo
El Comité Ejecutivo Nacional del Nuevo Perú publicó un comunicado donde justifica su adhesión al llamado de «unidad política del pueblo» promovido por Castillo. La agrupación argumenta que el país vive «momentos críticos» con el Ejecutivo y Congreso «secuestrados» por «grandes poderes económicos».
«Frente a esto, no podemos estar divididos. Todas las fuerzas al servicio de la patria y del pueblo, debemos unirnos para enfrentar a estas mafias», señala el texto. El partido sostiene que el objetivo común es la «refundación» del Perú mediante una Constitución «plurinacional».
Contradicciones de la izquierda caviar
La decisión del Nuevo Perú revela las limitaciones de esta izquierda liberal que se presenta como alternativa pero termina subordinándose a liderazgos tradicionales. Mendoza, quien criticó duramente a Castillo durante su gobierno por corrupción e incompetencia, ahora busca beneficiarse de su capital político desde la cárcel.
Este oportunismo evidencia lo que José Carlos Mariátegui llamaba «izquierda domesticada»: sectores que adoptan discursos radicales pero operan dentro de la lógica del sistema que dicen combatir. La alianza con un expresidente procesado por golpe de Estado expone la falta de principios coherentes.
La estrategia electoral en marcha
Roberto Sánchez, presidente de Juntos por el Perú, confirmó la semana pasada que su partido suscribió «unidad política y electoral» con el movimiento de Castillo. Esta alianza aparentemente excluye a Antauro Humala, quien venía asegurando su participación en la coalición.
El congresista Víctor Cutipa confirmó que Castillo participará en las elecciones de 2026 representando a JPP, aunque no precisó si postulará a Diputados o Senadores. La alianza debe formalizarse antes del vencimiento del plazo para inscribir coaliciones ante el Jurado Nacional de Elecciones.
El abandono del proyecto propio
El Nuevo Perú había lanzado la precandidatura presidencial del dirigente aymara Vicente Alanoca, presentándolo como una renovación política. Sin embargo, la búsqueda de alianza con Castillo subordina este proyecto a los intereses electorales inmediatos de Mendoza.
La dirigente cusqueña repite el patrón de subordinación que caracteriza a esta izquierda caviar: critica el sistema pero busca espacios dentro de él, abandona proyectos propios por conveniencia electoral y termina legitimando figuras cuestionadas. Su viraje hacia Castillo confirma que su proyecto nunca tuvo la solidez ideológica que pregonaba.