A Enrique Horna, ingeniero industrial peruano que radica desde 1991 en Australia, solo le faltaba un detalle para cumplir su sueño: ya tenía el boleto aéreo para Catar, el certificado de vacunación internacional, el seguro de salud y hasta la entrada para el partido de repechaje entre Perú y Australia. Solo estaba a la espera de su prueba PCR negativo para covid-19.