El ex presidente Donald Trump ha generado controversia una vez más con sus declaraciones durante un mitin en Ohio. En un discurso marcado por sus habituales acusaciones y ataques, Trump escaló su retórica xenófoba al afirmar que a los inmigrantes indocumentados "no se les puede llamar personas". Esta afirmación, que deshumaniza a una parte de la población, ha generado fuertes críticas y reacciones en el ámbito político y social.
Durante el evento, Trump también predijo un futuro sombrío para Estados Unidos si no resulta elegido en las próximas elecciones, haciendo referencia a un "baño de sangre" que ocurriría en el país. Aunque su equipo de campaña posteriormente intentó aclarar que se refería a la industria automotriz, las palabras del ex mandatario generaron gran preocupación y controversia.
Estas declaraciones se suman a una serie de comentarios provocativos y polémicos por parte de Trump, quien ha mantenido una retórica divisiva y confrontativa desde su salida de la presidencia. Sus palabras reflejan un discurso marcado por la intolerancia y la deshumanización del otro, alimentando la preocupación sobre el impacto de sus palabras en la sociedad estadounidense.
La retórica incendiaria de Trump no solo ha generado críticas dentro del espectro político, sino que también ha avivado el debate sobre el papel de los líderes en la promoción de la unidad y el respeto hacia todas las personas, independientemente de su origen o estatus migratorio.