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El contacto físico afectuoso, como los abrazos, es beneficioso a cualquier edad, más aún durante la primera infancia de una persona, pues contribuyen al desarrollo emocional y cognitivo del niño. Por ejemplo, según una investigación realizada por la Universidad de Oxford, ayudan a los bebés a ser más afectuosos, seguros de sí mismos y más felices. Es por ello, que es importante que los padres, familiares y cuidadores, demuestran su amor con este tipo de acto durante los primeros años de vida del bebé.

“El afecto físico permite que los bebés desarrollen un adecuado bienestar emocional y psicológico, permitiendo que tengan la capacidad de reconocer y regular sus emociones. Desde la Fundación Baltazar y Nicolás, procuramos siempre resaltar y educar a los padres respecto a este tema, pues todo lo que transmitimos a través del tacto tendrá un papel fundamental en la vida de sus hijos”, indicó Mijail Surpachín, psicólogo familiar.

En ese sentido, el especialista comparte algunos beneficios sobre la importancia de fomentar el afecto físico con nuestros hijos a través de los abrazos:

  1. Ayuda a reducir problemas relacionados a salud mental: Con los abrazos se puede lograr reducir el nivel de estrés, ansiedad y depresión en los niños pequeños. Incluso, puede llegar a proporcionar seguridad y amor cuando están enfadados y estresados.
  2. Genera confianza: Además, brindar cotidianamente abrazos a los pequeños permite que puedan desarrollar su autoestima, identidad, autoconfianza y seguridad para establecer vínculos afectivos sanos con su entorno.
  3. Favorece al aprendizaje: El contacto físico como es el abrazo, puede ser una herramienta para mejorar el aprendizaje del niño. Pues al realizar esta acción se estimula la producción de oxitocina, una hormona que ayuda a mejorar la memoria y la atención. Asimismo, también permite que puedan estar más enfocados y mejorar la capacidad de retener información.
  4. Genera vínculo de apego seguro: Los abrazos son expresiones de afecto y empatía que permiten el crecimiento emocional de ellos mismos y con los padres o cuidadores. El abrazo tiene un efecto calmante, el cual contribuye al vínculo y apego con nuestras hijas e hijos. Por todos los beneficios mencionados, es importante que todos los padres abracen a sus hijos con frecuencia, aprovechando cada oportunidad que tengan para compartir un abrazo.

Así mismo, la Fundación Baltazar y Nicolás invita a madres y padres con niños menores de 5 años, los cuales sienten estrés y necesitan de un espacio para compartir emociones, a formar parte del Programa de Salud Mental SAME. Puedes ser parte de los talleres gratuitos ingresando al siguiente link: https://forms.gle/qkwL8Ru2XKoZjwLy7 o inscríbete al número 973253498 - 973254803.