El excongresista de Acción Popular habla de su probable postulación al Senado en 2026, de la supuesta distancia que existe entre la dirigencia de su partido y su actual bancada, y de los errores que su agrupación ha cometido en los últimos años.

García Belaunde asegura que no detesta al ex presidente Martín Vizcarra, quien lo sacó del Congreso, pero lo llama “pobre diablo equivocado”.

Con 75 años, Víctor Andrés García Belaunde medita si debe candidatear una última vez al Congreso, al Senado que se estrenará el 2026. Si es elegido, asumiría su nuevo cargo a los 76 años y culminaría su gestión a los 81. “Mi familia ha pasado siempre los 80 años”, dice. Pero la edad quizá no sea el principal escollo que deba sortear. La reputación de su partido en el Congreso no es la mejor después de que se descubrieran los contactos de Pedro Castillo con los Niños de Acción Popular y de la actitud poco firme que ha tenido con el gobierno de Dina Boluarte. Y a eso hay que sumar la catástrofe que fue el breve gobierno de Manuel Merino. ¿Cómo se reconstruye un partido que -según García Belaunde- está distanciado de su propia bancada? En esta charla, el experimentado político ensaya algunas respuestas.

Lo he visto muy activo en los medios de comunicación en estos días. ¿está en campaña para el Senado?

Yo no tengo jefe de prensa, no tengo secretaria, no tengo nadie que me haga ningún tipo de gestión. A mí me invitan algunos medios y yo voy con mucho gusto. En fin, no huyo de las cámaras.

Por el contrario, le gustan.

Bueno, no me disgustan. Es interesante a veces decir lo que uno piensa.

Sin embargo, entiendo que volver a un congreso con dos cámaras le debe hacer un poco de ilusión.

Sí, sí, pero, ¿qué cámaras serán esas? Estoy preocupado por las cámaras que puedan venir.

¿Ah sí?

Yo he estado cinco veces en el Parlamento, dos de ellas cortadas a la fuerza por Fujimori y por Vizcarra. Pero son cinco periodos finalmente, cinco elecciones, cinco veces en años diferentes que he estado en el Parlamento, y nunca he visto un Parlamento tan deteriorado, tan poca cosa, tan de bajo nivel como el actual. Y además con tanta influencia del dinero y del poder político y del poder negro también, porque no se sabe qué cosas hay ahí.

Y entiendo que en esa crítica también están incluidos los miembros de su propia bancada.

Lamentablemente. Eso es lo que más me duele. Pero casi todos han sido separados y en buena hora. Fue muy mala elección la del partido en ese momento. Acción Popular no tenía dirigencia porque el Jurado Nacional de Elecciones nos negó la inscripción de cuatro dirigencias consecutivas. No teníamos ni siquiera tesorero, no podíamos abrir una cuenta corriente. Y sin embargo nos multaban por no entregar datos, por no entregar egresos e ingresos del partido. Entonces, ante ese caos, evidentemente la elección de los candidatos del 2021 fue muy mala.

Y de cara al 2026, ¿cómo podrá sacudirse Acción Popular la imagen que tiene de un partido o de una bancada que vota para el oficialismo o con el oficialismo?

Bueno, por suerte hemos tomado distancia de la bancada en varias ocasiones.

¿El partido?

El partido ha tomado y yo personalmente también he tomado una gran distancia con la bancada. Y procuro no cruzarme con ellos cuando voy al Congreso a dictar conferencias, que me invitan a veces.

Una bancada a la que prefiere mirar de lejos

¿Ah, sí? ¿Usted a evita su propia bancada cuando va al Congreso?

No, evito cruzarme con algunos de la bancada. Hace dos o tres días he estado en el Congreso y he preguntado si alguno de ellos iba a estar presente, porque evidentemente no me gustaría estar al lado de ellos.

Así que tiene que poner en marcha una logística previa para ir al Congreso.

Bueno, tengo todavía amigos del Congreso que me pasan la voz y me dicen quiénes van a estar y quiénes no van a estar. Por ejemplo, yo no podría estar al lado de Darwin Espinosa. Es una cosa elemental. Ese es el peor de todos.

A ver, veamos cómo actúa su bancada. En noviembre se votó una propuesta para darle facultades de comisión investigadora al grupo que ve la supuesta participación de la señora Boluarte en la fuga de Cerrón. Allí toda su bancada se abstuvo. Parece que la indefinición es lo que marca su estilo.

Bueno, la abstención también es una oposición. Y si se han abstenido estando presentes, pues evidentemente no querían comprometerse ni querían perjudicar a la señora Boluarte y tampoco ayudar a la oposición.

La bancada de su partido.

Exactamente. No lo sé cómo fue la votación, pero sí sé que varios…

Se abstuvieron en bloque.

Bueno, me parece muy mal, porque no se está acusando a nadie, se está investigando. O sea, lo que no se puede negar es la investigación. Yo entiendo que cuando hay una acusación la cosa es más complicada, más difícil, y la toma de decisiones es más fría y tiene que ser razonable, meditada, pero una investigación no es nada. Es simplemente saber la verdad. Ellos no quieren saber la verdad. Eso sí me preocupa.

Voy a citar algunas frases que usted ha lanzado sobre Juan José Santiváñez, el ministro del Interior. Ha dicho: “Es un ministro improvisado”, “Ha perdido credibilidad por haber anunciado que Iván Quispe Palomino como mando terrorista cuando no lo era”, “No debe estar ni un minuto más en el gabinete”. ¿Se reconoce en esas frase?

Sí, sí, sí.

¿Por qué su bancada no piensa igual? ¿Por qué no ha apoyado una censura?

Bueno, porque estamos alejados de la bancada, ya se lo he dicho.

¿Y usted cree que la gente podrá hacer ese ejercicio mental de decir una cosa es el partido y otra cosa es la bancada?

Yo confío en que sí. Yo creo que la gente en el futuro, cuando mire a Acción Popular, no va a mirar la cara de Darwin Espinoza. Va a mirar la cara de los candidatos en ese momento. Los partidos van a tener mayor o peor votación por los candidatos que lleven en ese momento. El pasado de los partidos evidentemente puede hacerlos perder un poco y quizás ganar algo. Pero básicamente los candidatos presentes en el proceso son los que van a llevar la voz cantante del partido.

Voy a citarlo nuevamente. En 2023 usted decía: “El Congreso tiene la peor bancada de Acción Popular en su historia”. ¿Sigue pensando así?

Sí. En los cinco periodos que yo he estado, sí, de todas maneras. Y en la historia también. Yo me ratifico.

El impacto de las maniobras de Los Niños en la reputación de AP

Haga un balance interno. ¿Cuánto afectó a Acción Popular que se descubriera que existía dentro de su bancada el grupo de los famosos Niños que coordinaba con Pedro Castillo?

La pregunta es muy interesante porque yo me la he hecho varias veces. Yo viajo por todo el Perú y me reúno con toda la gente del partido en todas las localidades donde llego. Voy a estar en Iquitos la próxima semana. Hoy día me voy a Trujillo.

Haciendo un poco de campaña.

Bueno, yo recorro todo el país. Y lo que yo he notado en las reuniones partidarias internas es que sí, que hay una protesta, una inquietud, una crítica a la bancada o a la selección que se hizo en su momento para que un determinado grupo de gente inadecuada sea parlamentaria. Eso sí hay, dentro de los locales. Pero en la calle, porque finalmente camino por las calles de todas las provincias del Perú, no he encontrado eso.

¿No?

No he encontrado eso. Nadie me dice a mí que soy el padre o el tío de Los Niños, no. Hace 5 u 8 años la gente me decía: “Salga de ese Parlamento”. Y ahora me dicen todo lo contrario: “Regrese, por favor”. Y no veo en la calle una recriminación por el tema de los niños.

La campaña será distinta. Probablemente digan que usted es padrino de Los niños.

Así es. Pero vamos a lo que le decía hace un rato. En la calle no me recriminan. ¿Y eso qué significa? Que el 90% de la población en el Perú no sigue la política día a día, tiene muchos problemas, tiene que subsistir, tiene que trabajar, tiene que superarse. Es un pueblo que quiere superarse. Entonces, no siguen el día a día de la política. El día a día de la política lo seguimos usted y yo, que no somos la mayoría.

Siento que usted me está diciendo que el desconocimiento de las personas los va a ayudar a posicionarse nuevamente.

No, no, no. Estoy haciendo una descripción de lo que veo. Solamente indico eso. Ahora, lo que sí es cierto es que en la campaña eso va a salir. De todas maneras. Dirán que soy el padrino de Los Niños, sí. Pero demostraremos que no es así. La campaña es un duelo. Es un duelo sin sables, es un duelo de palabras, de vista, de oído. Y hay que defenderse y hay que estar preparados para eso.

Acción Popular, entre el centro y la indefinición

Ahora, en este escenario de polarización innegable que hay en el país, donde hay una derecha con esteroides, altisonante, y una izquierda disminuida por su apoyo a Pedro Castillo, ¿dónde está Acción Popular?

En donde siempre ha estado, en el centro. Ni con la derecha ni con la izquierda.

¿Y qué es el centro? ¿Una suma de indefiniciones?

El centro es una posición inteligente, para muchos cómoda, una posición que te permite recoger lo bueno de la izquierda y de la derecha, sin contaminarse de lo malo.

El problema con Acción Popular es que a veces, por ese centrismo, por esa indefinición, termina jaloneado por gente cercana a la izquierda o que coincide con la izquierda y otras veces por la derecha.

Pero, a ver, le voy a dar un ejemplo. Hablemos de la causa de toda la impunidad de Odebrecht y de que se le perdonen deudas por todas partes, porque la Sunat le perdonó 1.050 millones por orden de los fiscales. Esa es la impunidad que ha logrado Odebrecht. Pero esa impunidad tiene un origen, que es el decreto de urgencia 003, que se convierte después en ley de la República. El 003 es la impunidad que dio el gobierno. Se aprobó en el Consejo de Ministros de Kuczynski. Pero el Congreso ratificó eso. Convalidó esta ley que le permitió a Odebrecht no tener una colaboración eficaz, sino una impunidad eficaz.

¿Con el voto de todos los grupos parlamentarios?

Esa ley tuvo 79 votos. ¿Quiénes votaron? Izquierda y derecha. Excepto Acción Popular.

Así que le hemos encontrado un mérito a su bancada.

Bueno, a esa bancada. No a la actual. Y en esa bancada intervine yo para oponerme. Y la bancada siguió mi posición. Dije que había que rechazar el proyecto y los cinco miembros de esa bancada votamos todos igual. ¿Y quién votó con nosotros? Alguna gente de la izquierda: Indira Huilca, Marisa Glave, el padre Arana, pocos más, muy pocos. Creo que hicimos 10 votos en contra. Pero todo el resto, el fujimorismo, el APRA, los pepekausas, los independientes, todos esos votaron a favor de una ley que, yo lo dije en mi intervención, era entreguista. Entonces, lo que quiero decir con esto, es que esa es una prueba palpable de lo que es Acción Popular, que no estamos ni con la derecha ni con la izquierda, no estamos con la corrupción y que defendemos al Estado. Somos, en ese sentido, totalmente nacionalistas.

Y a veces tienen algunas indefiniciones.

Bueno, en los años 70 o 60, el señor Towsend dijo que Acción Popular era una federación independiente. Parecería que hoy día eso es…

¿Un mérito?

Un mérito, sí (se ríe). Hoy día sería una gran definición, que nos encumbraría. Pero en esa época se quiso decir todo lo contrario. ¿Por qué? Porque la política ha cambiado. Hoy día partidos sólidos casi no existen. Existen grupos que quieren usar los partidos para llegar al poder.

La campaña que vendrá y la lampa como marca

¿Todavía siente que el señor Barnechea sería un buen candidato para la presidencia?

Sí, yo creo que sí. Es un buen candidato y un hombre muy capaz.

Las encuestas no lo ven con entusiasmo. La última de Ipsos le daba 2% de intención de voto.

Todos estamos bajos, pero vamos a levantar. El tiempo nos va a permitir demostrar que Acción Popular va a estar presente. Pero Acción Popular, de acuerdo a la misma encuesta que usted ha mencionado, es la segunda fuerza política del país.

Tienen 6% de intención de voto, como partido.

La lampa tiene 6% y la K de Keiko tiene 9%. Y el resto menos de 3%. Y hay otros que ni aparecen. Entonces, ahí está nuestra fuerza. La lampa es muy bien recordada en todo el Perú y sobre todo en las provincias del Perú.

Sí pues, son una marca con buena recordación en busca de un candidato que sí coma chicharrón.

Bueno, si a ese 6% le añadimos votos nulos y blancos, llegamos a 9%. Y si ponemos un buen candidato, vamos a llegar a 15 o 18%.

Vaya, está súper optimista usted.

Yo creo que vamos a pasar a la segunda vuelta. Hay tantos candidatos que ya la gente no va a poder saber qué pasa. Van a haber 10.000 candidatos en las próximas elecciones, 50 candidatos a la presidencia, 100 candidatos a la vicepresidencia. Y el resto al Congreso.

Qué horror.

Sí. Entonces, con 10.000 candidatos usted entenderá que la gente va a votar por los más conocidos, o por los partidos que les ofrezcan mayor tranquilidad y confianza.

Votarán por la lampa. Pero no se sabe si la de Belaunde o la de Los Niños.

La de Los Niños de ninguna manera, porque van a estar enterrados.