La presidenta mexicana exigió pruebas a Washington y calificó de “infundadas” las acusaciones de lavado de dinero.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó enérgicamente las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos contra tres instituciones financieras mexicanas por presunto lavado de dinero vinculado al narcotráfico. En conferencia matutina, Sheinbaum calificó las acusaciones como “sin pruebas” y exigió evidencia contundente antes de emitir señalamientos de esa gravedad.

Contexto: Sanciones por presunto vínculo con el tráfico de fentanilo

El miércoles 19 de junio, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció sanciones contra los bancos CIBancoIntercam y la casa de bolsa Vector, a las que consideró “fuentes de preocupación principal en materia de lavado de dinero”, por supuestos vínculos con carteles mexicanos en la transferencia de fondos para la adquisición de precursores químicos utilizados en la fabricación de fentanilo. Las medidas incluyen la prohibición de ciertas operaciones financieras con estas instituciones, a implementarse en un plazo de 21 días tras su publicación en el Registro Federal.

Según el comunicado estadounidense, estas entidades habrían participado activamente en transacciones millonarias en nombre de los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y del Golfo, facilitando operaciones que, según Washington, contribuyen al “envenenamiento de miles de estadounidenses”.

Respuesta oficial del Gobierno mexicano

Desde Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum aseguró que su administración recibió hace semanas un “informe confidencial” por parte de autoridades estadounidenses sobre el tema, pero nunca se entregaron pruebas formales. “México no se subordina a nadie. Somos un país libre, soberano e independiente. Nos coordinamos, colaboramos, pero no nos subordinamos”, afirmó.

Añadió además: “No vamos a encubrir a nadie, pero se tiene que demostrar con pruebas contundentes, no con dichos”.

El Gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF),confirmó que sí se realizaron investigaciones internas que detectaron fallas administrativas, pero no encontraron evidencia de lavado de dinero.

Reacciones de las instituciones sancionadas

Las tres entidades aludidas —CIBanco, Intercam y Vector— emitieron comunicados rechazando categóricamente las acusaciones. Todas aseguraron que los activos de sus clientes están protegidos y que están cooperando con las autoridades mexicanas para aclarar la situación.

Cabe destacar que Vector, aunque de menor tamaño en el sistema bancario mexicano, ha generado mayor atención mediática debido a que su fundador, Alfonso Romo, fue jefe de la Oficina de la Presidencia durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

Expertos advierten posibles impactos en el sistema financiero

Luis Manuel Pérez de Acha, abogado fiscalista y experto en blanqueo de capitales, afirmó a Reuters que las medidas podrían tener consecuencias significativas: “Todo el sistema financiero mexicano pasa por Estados Unidos. Con estas sanciones, prácticamente las operaciones internacionales de estas instituciones quedan congeladas”.

Transacciones con China bajo observación

En su respuesta, la Secretaría de Hacienda mexicana explicó que cerca de 300 empresas mexicanas realizaron operaciones con compañías chinas señaladas por EE.UU., a través de 10 entidades financieras mexicanas, sin que se identificaran irregularidades. Según la presidenta, estas transferencias “no constituyen evidencia de lavado, sino de comercio legítimo”.

Sheinbaum subrayó que el volumen comercial entre México y China supera los 139 mil millones de dólares, y que es habitual que existan miles de transferencias entre empresas legalmente constituidas en ambos países.

Conclusión: Cooperación, pero sin subordinación

El gobierno mexicano ha reiterado su disposición a cooperar con Estados Unidos en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico, pero exige pruebas concretas antes de tomar acciones legales contra instituciones nacionales. Sheinbaum cerró su intervención exigiendo respeto mutuo: “México es un gran país. La relación con EE.UU. debe ser de iguales, no de subordinación. No somos piñata de nadie”.