En un giro sorpresivo, el expresidente Donald Trump ha hecho un llamado público a Israel para detener los combates en Gaza, mostrando preocupación por la imagen internacional del país. En una entrevista con 'Israel Hayom', Trump expresó su apoyo al derecho de autodefensa de Israel, pero urgió a poner fin a la violencia que ya ha cobrado miles de vidas.
Sus críticas a las acciones del primer ministro Netanyahu y a la gestión de Joe Biden han generado controversia, especialmente en un momento en que las relaciones entre Estados Unidos e Israel se ven afectadas. Trump responsabilizó a Biden por el ataque de Hamás del 7 de octubre, alegando que la política exterior del presidente ha sido desastrosa.
Estas declaraciones, vistas como un movimiento oportunista en medio de su carrera electoral, resaltan la fragilidad de las relaciones diplomáticas en un conflicto tan delicado como el de Oriente Medio. La llamada a cesar las hostilidades y buscar la paz podría ser un intento por mejorar su propia imagen internacional, pero también podría implicar consecuencias políticas inesperadas.
El llamado de Trump a Israel en medio de la crisis en Gaza apunta a un escenario político cada vez más complejo, con repercusiones tanto a nivel nacional como internacional. La retórica del expresidente, combinando críticas a sus sucesores y advertencias sobre el impacto global de la violencia, ofrece un nuevo matiz a la agitada situación geopolítica en la región.