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El estado de salud del papa ha sido motivo de preocupación en los últimos años

En un giro inesperado, el papa Francisco, a sus 87 años, reveló que está lidiando con una bronquitis durante un evento en el Vaticano este sábado, impidiéndole leer su discurso debido a la tos persistente.

“Les doy las gracias a todos, he preparado un discurso pero soy incapaz de leerlo por culpa de una bronquitis”, anunció el pontífice argentino al inaugurar el año judicial en la Santa Sede.

Este episodio surge después de que el papa, afectado por un leve cuadro gripal, se sometiera a exámenes de control en un hospital de Roma a mitad de semana. Aunque celebró su audiencia general el miércoles en el Vaticano, optó por no leer su propio texto debido a las complicaciones de salud.

La situación también llevó a la cancelación de sus citas programadas el sábado pasado y el lunes, aunque intervino para dirigir la oración del Ángelus el domingo. A pesar de las adversidades, Francisco recibió este sábado al canciller alemán Olaf Scholz, expresando sus expectativas de una solución diplomática a los conflictos en Gaza y Ucrania.

El estado de salud del papa ha sido motivo de preocupación en los últimos años, con problemas en las rodillas, caderas y colon. Además, en junio se sometió a una cirugía abdominal, y en diciembre tuvo que cancelar su participación en la COP28 en Dubái debido a una bronquitis.

Este último episodio resalta la fragilidad de la salud del papa Francisco, quien se desplaza en silla de ruedas. A pesar de los desafíos físicos, sigue desempeñando un papel crucial en los asuntos mundiales, como se evidenció en su reunión con el canciller alemán.

La comunidad católica y el mundo observan con atención el desarrollo de los acontecimientos, deseando una pronta recuperación para el líder espiritual de la Iglesia Católica.