Conoce cómo es este proceso que es clave tras cierre de un negocio
En el contexto de la ciudad de Lima, donde el comercio en diversas zonas crece de manera exponencial, muchos empresarios y propietarios de establecimientos comerciales enfrentan una de las cuestiones más comunes al momento de cerrar su negocio o reorientar sus actividades: el cambio de luz comercial a luz doméstica. Este proceso, aparentemente sencillo, es crucial tanto para la economía del propietario como para evitar complicaciones con las entidades reguladoras de energía.
¿Por qué cambiar de luz comercial a luz doméstica?
El cambio de tipo de suministro eléctrico de comercial a doméstico no es solo una cuestión de costos, sino también de adecuación al uso que se le da al inmueble. En muchos casos, los comercios que han cerrado o reducido sus operaciones, se ven obligados a reconfigurar su contrato con la empresa proveedora de electricidad, para ajustarse a un consumo menor y más acorde a las necesidades del hogar.
El contrato de suministro eléctrico comercial se ajusta generalmente a un consumo mayor, debido a las características del negocio, que puede incluir la utilización de maquinaria pesada, iluminación constante, sistemas de refrigeración, entre otros. Por otro lado, un contrato doméstico está diseñado para un consumo más reducido, adecuado para un hogar común, con electrodomésticos básicos y menos consumo de energía.
Requisitos y pasos para realizar el cambio
Realizar el cambio de luz comercial a doméstica no es complicado, pero sí requiere de algunos trámites administrativos y técnicos. A continuación, te detallamos el paso a paso.
- Verificación del tipo de contrato y la facturación
El primer paso para realizar el cambio es verificar el tipo de contrato actual. En Lima, la empresa que suministra energía eléctrica es Luz del Sur en gran parte de la ciudad, aunque también existen otras como Enel** y EDF. El titular del contrato deberá revisar en la factura mensual si se encuentra registrado como un suministro comercial o doméstico.
En el caso de que se trate de un contrato comercial, la facturación será mayor, ya que este tipo de tarifas se basa en un consumo alto. Para ello, lo primero es verificar que la propiedad haya dejado de operar como negocio y que el consumo haya disminuido considerablemente, como paso previo al cambio.
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- Solicitar el cambio ante la empresa proveedora de energía
Una vez confirmado que el contrato es comercial y se requiere hacer el cambio, el siguiente paso es solicitar el cambio de tipo de tarifa o modalidad ante la empresa proveedora. Para este proceso, se deben cumplir con ciertos requisitos que pueden variar ligeramente dependiendo de la empresa, pero en términos generales, se requieren los siguientes documentos y condiciones:
- Formulario de solicitud: Este se encuentra disponible en línea o de manera física en las oficinas de la empresa proveedora. Debe ser llenado con los datos del titular del contrato, dirección del establecimiento, y el tipo de cambio solicitado.
- Copia del DNI del titular del contrato: Este documento es necesario para validar la identidad del solicitante.
- Copia de la última factura de electricidad: Esto sirve para demostrar el tipo de suministro que se tiene y justificar el cambio solicitado.
- Certificación de cese de actividad comercial: En algunos casos, la empresa proveedora puede solicitar un documento que certifique que el inmueble dejó de ser usado con fines comerciales. Esto se obtiene en la municipalidad local, y puede ser una declaración jurada o una carta de cese de actividad firmada por el propietario.
- Inspección técnica
Al realizar el cambio, la empresa distribuidora de energía generalmente realiza una inspección técnica al lugar, con el fin de asegurarse de que el tipo de instalación eléctrica es adecuada para un suministro doméstico. En muchos casos, la infraestructura de la propiedad, como el medidor de electricidad y la acometida, puede ser diferente según el tipo de uso, por lo que podría ser necesario hacer algunos ajustes.
Por ejemplo, si el medidor utilizado es de tipo comercial (un medidor de mayor capacidad) y el consumo es bajo, se deberá cambiar por un medidor doméstico de acuerdo con las normas y estándares de la empresa proveedora. Además, si la instalación está sobrada de equipos de alta demanda (como transformadores o interruptores automáticos de alta capacidad),estos también deberán ser retirados o ajustados.
- Ajustes en la facturación
Una vez realizado el cambio, la empresa ajustará la tarifa del suministro. La tarifa doméstica es considerablemente más baja que la comercial, por lo que el consumidor experimentará una disminución en el costo de la electricidad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este cambio no es retroactivo, por lo que los cargos ya facturados bajo la tarifa comercial no serán modificados.
En algunas empresas, el proceso puede demorar entre 10 a 15 días hábiles, dependiendo de la carga administrativa y de los plazos de inspección. Es recomendable hacer este trámite con anticipación, sobre todo si el inmueble no va a seguir operando como comercio.
- Revisión periódica de la facturación
Es importante que el propietario del inmueble mantenga una revisión periódica de las facturas de electricidad una vez realizado el cambio. En ocasiones, pueden ocurrir errores en la aplicación de tarifas, especialmente si el cambio de tipo de contrato no se ha registrado correctamente en el sistema de la empresa proveedora. Si se detecta algún cargo incorrecto, es fundamental presentar una queja o reclamo en las primeras instancias para evitar cargos adicionales.
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