La actividad volcánica que rodea a Arequipa no solo es un componente esencial del paisaje andino, sino también un factor de influencia global en los ciclos climáticos y atmosféricos del planeta. La erupción del Huaynaputina en 1600, considerada una de las más grandes de la historia, tuvo repercusiones en el hemisferio norte. Hoy, miles de años después, el volcán Misti permanece en silencio, pero no está inactivo. Durante su visita al Inkafest, Clive Oppenheimer, experto en vulcanología y profesor en la Universidad de Cambridge, sostuvo una conversación exclusiva sobre los posibles escenarios volcánicos en el sur del Perú.

“Hablamos del impacto en la atmósfera, pero los volcanes son naturales, hacen lo que siempre han hecho. El aire que respiramos, la atmósfera, salió de los volcanes a lo largo de la historia de la Tierra”

Clive Oppenheimer, experto en vulcanología y profesor en la Universidad de Cambridge

Arequipa como un laboratorio natural para entender la atmósfera

Oppenheimer explicó que las emisiones volcánicas actuales en el sur del Perú, como las del Sabancaya y el Ubinas, tienen un efecto mínimo sobre el clima global. A pesar de ser constantes, su impacto atmosférico es bajo debido a su altitud y ubicación remota.

Arequipa ha experimentado cierres temporales en su aeropuerto debido a la presencia de cenizas, pero el especialista británico advierte que los efectos locales y globales no se comparan con los de eventos mayores, como el Huaynaputina en su momento o el Pinatubo en Filipinas.

Para que una erupción tenga consecuencias significativas en la atmósfera global, se requiere que grandes cantidades de gases, especialmente azufre, alcancen la estratósfera. En este sentido, los volcanes que nos rodean no representan actualmente ese nivel de amenaza, aunque la historia geológica demuestra que no se puede descartar una futura erupción de gran magnitud.

Tecnología sísmica y predicción: ¿en Arequipa estamos preparados?

En relación con las capacidades tecnológicas para prever erupciones, Oppenheimer señaló que existen sistemas avanzados que permiten anticiparse a estos eventos con una notable precisión. Sin embargo, advirtió que su efectividad depende en gran medida de la inversión científica y de las características geológicas locales.

Islandia es el ejemplo más citado por el experto, donde “esperamos una erupción en la próxima hora, porque las señales son muy fuertes, y por lo general tienen razón”. No obstante, aclaró que solo una de cada diez señales de agitación volcánica resulta en una erupción.

Arequipa podría beneficiarse de estas herramientas si se refuerzan los sistemas de monitoreo, especialmente teniendo en cuenta que volcanes como el Misti siguen activos. A pesar de su aparente calma, su historia geológica indica que ha tenido al menos una gran erupción hace unos dos mil años.

“En promedio, tal vez uno de cada diez de estos episodios, lo llamamos agitación, el volcán está volviendo a la vida. Solo uno de cada 10 entrará en erupción”, advirtió Oppenheimer.

Comprender el pasado volcánico para anticipar el futuro

Durante la entrevista, el investigador explicó que estudiar las erupciones pasadas en los Andes permite modelar posibles escenarios futuros. El análisis de depósitos volcánicos antiguos ayuda a identificar patrones de recurrencia, intensidad y tipo de erupción.

Aunque las erupciones de gran escala son raras, pueden tener consecuencias catastróficas. La de Tambora en 1815, mencionada por el científico, fue 10 veces más potente que la del Pinatubo en 1991 y provocó una caída global de las temperaturas.

Arequipa, con su cadena volcánica activa y su ubicación estratégica, se convierte así en un territorio clave para la investigación geológica. Comprender sus volcanes no es solo una cuestión de seguridad, sino de sostenibilidad ambiental a largo plazo. Estas características permiten el desarrollo de otras actividades que beneficiarán a la región como un centro de geoturismo, geoeducación y geositios. 

Inkafest y la reflexión sobre el equilibrio natural

La presencia de Oppenheimer en la ciudad se dio en el marco del Inkafest, el festival internacional de cine de montaña que se celebra cada octubre. Este evento promueve la reflexión ecológica y el diálogo entre científicos, cineastas y activistas sobre la conservación del entorno natural.

El martes 13, se proyectará el documental Into the Inferno, dirigido por Werner Herzog y Clive Oppenheimer, en la Universidad Católica de Santa María. Esta obra explora volcanes activos en distintos continentes y destaca su poder simbólico y transformador.

Inkafest no solo se centra en el cine, sino que busca despertar conciencia sobre el impacto de las montañas, la biodiversidad y los sistemas volcánicos en el equilibrio ambiental del planeta. En este contexto, Arequipa se convierte en un punto clave para conectar ciencia, arte y naturaleza.

Arequipa, rodeada de volcanes activos y con una historia geológica profunda, representa un espacio clave para el estudio del clima y la prevención de desastres naturales. La visita de Clive Oppenheimer, en espacios como el Inkafest, refuerza la necesidad de invertir en ciencia y monitoreo volcánico. Comprender estos fenómenos es esencial para convivir con ellos. En la naturaleza, el conocimiento es la mejor forma de defensa ante eventos inesperados que igualmente pueden ser catastróficos.

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