Adolfo Chuiman junto a Efraín Aguilar estuvieron presentes la tarde de este viernes en el velorio de su amigo Rodolfo Carrión, después que el cómico perdiera la vida el pasado miércoles, a los 75 años de edad,  luego de una intensa lucha contra el cáncer de pulmonar que padecía.

Chuiman se quebró al hablar y recodar momentos que había compartido con su amigo. “Era como un hermano, éramos una familia, somos una familia, tanto en el trabajo como como seres humanos, como todo. Lo que me pasaba a mí le pasaba a él, lo que le pasaba a él me pasaba a mí, pero pasó lo que tenía que pasar”, dijo muy triste.

Reveló que esta semana Felpudini había ido a visitarlo en su casa, pero su estado ya se notaba muy delicado y avanzado. “Fue a buscarme hace tres días. Cuando lo vi casi me desmayo, no podía hablar, me quería abrazar, yo también lo abracé, entró un ratito a mi casa, dos minutos, y lo peor es que se fue manejando”, comentó.

“Las lágrimas se me caen porque él fue a buscarme. Le grité, le dije ‘cómo has venido si yo iba ir’. Ya no podía hablar, balbuceaba. Me dejó nervioso, me dejó mal. Cuando llegó me llamó, y me calmé. Machucao ha llegado de Estados Unidos, le dije, voy con Machucao, hasta ahora lo estoy esperando”, dijo quebrado por el dolor.

Adolfo Chuiman recordó sus mejores épocas al lado de Felpudini. “Qué no hemos hecho con Rodolfo, palomillada y media, hemos viajado por todo el país, hemos trabajado en Estados Unidos”, dijo muy contento.

 

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