Decenas de voluntarios y ciudadanos comprometidos con la conservación ambiental, participaron esta semana en una jornada de plantación de 300 árboles de especies nativas en la comunidad Chumbaquihui, distrito de Pinto Recodo, provincia de Lamas, región San Martín, con el propósito de recuperar espacios naturales que se encontraban degradados.


La jornada de reforestación, impulsada por la Autoridad Regional Ambiental (ARA) del Gobierno Regional de San Martín, se realizó en coordinación con la municipalidad distrital de Pinto Recodo, la comunidad nativa de Chumbaquihui, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) y las empresas privadas Sachabes, Grupo Inca, Vivehg Tarapoto que se sumaron a este esfuerzo.


Erick Pinchi Pinchi, de la Dirección de Gestión Forestal y Fauna Silvestre de la Autoridad Regional San Martín, reiteró su llamado a la ciudadanía a mantener y renovar el compromiso de cuidar el medio ambiente, invocando a que protejamos nuestras plantas, evitando quema de rastrojos de la actividad agrícola que generan pérdidas irreparables para nuestros ecosistemas.

En la jornada se sembraron árboles de las especies capirona, quillosisa y cedro, agregando abono para su desarrollo y crecimiento. Los comuneros participaron en la actividad de reforestación en su colectividad, centros educativos y la faja marginal de la quebrada Chumbaquihui.


“La reforestación es un proceso vital que busca revertir los efectos destructivos de la deforestación y la degradación de los bosques en nuestro entorno. En un mundo en el que las actividades humanas han tenido un impacto significativo en la salud y equilibrio de los ecosistemas forestales, la reforestación emerge como una solución esencial para restaurar la belleza y la funcionalidad de estos ecosistemas”, afirmó.

Pinchi manifestó, que, en su esencia, la reforestación es una respuesta directa a los desafíos ambientales a los que nos enfrentamos. Los bosques, que han sido durante mucho tiempo el pulmón verde de nuestro planeta, han sido objeto de una presión intensa debido a la creciente demanda de recursos naturales, la expansión de la agricultura y la urbanización.


Cabe recalcar que la deforestación en la región es un grave problema impulsado por actividades como la tala ilegal, la expansión agrícola, la minería, el desarrollo de infraestructura y los incendios forestales. La pérdida de bosques amenaza no solo a biodiversidad, sino también la seguridad hídrica, la resilencia ante el cambio climático y la identidad cultural de las comunidades nativas.

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(FIN) JQC/MAO

Publicado: 29/5/2025