A partir de este domingo, quedará prohibido fumar en playas, parques, paradas de autobús y en las inmediaciones de centros escolares en Francia, como parte de una nueva reglamentación impulsada por el gobierno para proteger la salud pública, en especial la de los niños.


La medida, anunciada oficialmente en mayo y prometida desde fines de 2023, se aplicará también en jardines públicos, zonas de espera para viajeros y áreas cercanas a bibliotecas, estadios, piscinas y otros espacios frecuentados por menores. En estos últimos, el Ministerio de Salud ha determinado un perímetro libre de humo de al menos 10 metros.

La normativa excluye las terrazas de cafeterías y restaurantes, y no se aplica al uso de cigarrillos electrónicos. Tampoco contempla una prohibición total en espacios privados o de uso comercial al aire libre.

El incumplimiento de esta disposición será sancionado con una multa de 135 euros, que podría elevarse hasta los 750 euros (entre 159 y 880 dólares). No obstante, el gobierno francés ha indicado que, en una primera etapa, se privilegiará la “pedagogía” antes de aplicar sanciones estrictas.

El tabaquismo, en progresivo descenso en Francia, causa alrededor de 75,000 muertes al año, mientras que la exposición pasiva al humo del tabaco se cobra entre 3,000 y 5,000 vidas anualmente, según datos oficiales.

Esta política se enmarca en una tendencia internacional que busca restringir el consumo de tabaco en espacios públicos. En 2022, la Ciudad de México implementó restricciones similares en zonas del centro histórico, y ciudades como Milán y Londres han adoptado medidas para limitar el humo en áreas abiertas cercanas a centros educativos o sanitarios.

Paralelamente, el Parlamento francés debate un ambicioso proyecto de ley que busca establecer una prohibición generacional: impedir la venta de cigarrillos a todas las personas nacidas después del año 2009.

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(FIN) AFP/JAM

Publicado: 28/6/2025