Durante décadas, los accidentes cerebrovasculares (ACV) fueron considerados una enfermedad propia de adultos mayores. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que esta realidad está cambiando: los casos en adultos jóvenes y mujeres han crecido de forma sostenida en los últimos años, generando una creciente preocupación en la comunidad médica internacional.



Un estudio publicado en The Lancet Regional Health – Americas analizó la evolución de los ACV en el continente durante los últimos 30 años. Los hallazgos muestran que, desde 2015, los diagnósticos en personas jóvenes han aumentado, mientras que la reducción en la tasa de mortalidad ha comenzado a desacelerarse.

Por su parte, una investigación en JAMA Neurology detectó un aumento significativo de factores de riesgo en jóvenes, como la hipertensión, la diabetes y la obesidad. “Estos factores están directamente relacionados con el incremento de ACV en adultos jóvenes”, explicó Roger Algornoz, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad María Auxiliadora (UMA).

¿Qué está causando este aumento?

La mayor precisión en los métodos de diagnóstico ha permitido detectar incluso episodios leves de ACV que antes pasaban desapercibidos. No obstante, los factores de riesgo clásicos siguen siendo determinantes: presión arterial alta, tabaquismo, estrés, sedentarismo y una mala alimentación.

En el caso de las mujeres, el panorama es aún más complejo. “Los síntomas suelen ser distintos a los de los varones, lo que puede llevar a diagnósticos errados o tardíos”, añadió Algornoz. Además, factores sociales y ambientales, como el acceso a servicios de salud y las desigualdades socioeconómicas, influyen directamente en la probabilidad de sufrir un ACV.

Situación en el Perú

En el ámbito nacional, el ACV representa la segunda causa de muerte y una de las principales causas de discapacidad. Según datos del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN),en 2022 se reportaron 209 casos, cifra que aumentó a 239 en 2023, con mayor incidencia en hombres.

Alarma especialmente el hecho de que el 23 % de los peruanos entre 18 y 39 años ya presentan hipertensión, lo que incrementa notablemente su riesgo de sufrir un ACV. Esto subraya la necesidad de acciones preventivas urgentes en este grupo de edad.

¿Se puede prevenir un ACV?

A nivel mundial, el ACV fue la tercera causa de muerte en 2021, después del COVID-19 y las enfermedades cardíacas. Si bien la mortalidad se mantuvo relativamente estable durante la pandemia, el número de personas que sobreviven con secuelas aumentó, desafiando la capacidad de los sistemas de salud, especialmente en rehabilitación.


La buena noticia es que gran parte de los ACV se pueden prevenir. Controlar la hipertensión —una meta que actualmente solo alcanza el 36 % de la población— podría evitar hasta 120,000 muertes al año en América.

“Hay consenso en que los cambios de estilo de vida son clave. Dieta saludable, actividad física regular y manejo del estrés son pilares fundamentales en la prevención de la hipertensión y el ACV”, afirmó el decano de la UMA.

El reto es inmenso, pero también lo es la oportunidad de salvar vidas. Con información, prevención y atención oportuna, muchos ACV se pueden evitar.

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(FIN) NDP/JAM

Publicado: 9/5/2025