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POR LUIGUI TORRES 

En medio de la posibilidad de que las bancadas se abstengan en mayoría en el pedido del voto del confianza para el Gabinete Ministeriail, el premier Guido Bellido -investigado por apología al terrorismo, terrorismo y lavado de activos- se presentará ante el Pleno del Congreso, el próximo 26 de agosto, para solicitar la confianza y exponer, a su vez, la política general del Gobierno de Pedro Castillo.

Frente a ello, el abogado constitucionalista Lucas Ghersi analizó los escenarios que enfrenaría el Parlamento ante el otorgamiento de la confianza a un Gabinete lleno de cuestionamientos.

“Si es que la mayoría de bancada se abstiene, sencillamente no se otorga la confianza y se tiene que seguir votándose hasta que la confianza se otorgue o se rechace. No sería suficiente una abstención. La abstención no otorga el voto de confianza”, manifestó a WILLAX.PE.

Al recordar el caso del Gabinete liderado por René Cornejo, en marzo de 2014, cuando el exmandatario Ollanta Humala tuvo que cambiar a algunos miembros del equipo ministerial hasta en dos oportunidades, Ghersi señaló que lo sucedió “es un tema de decisión política del Gobierno”.

“No es que una votación donde prime las obtenciones obligue jurídicamente al Gobierno modificar el gabinete”, aclaró el jurista.

Interpelación y censura

Bajo esa línea, indicó que la representación nacional tiene otras herramientas para removar a los elementos cuestionados del Gabinete, como plantear mociones de interpelación y censura antes del pedido del voto de confianza.

“Hay la posibilidad de que aquellos ministros que generan dudas en la opinión pública sean interpelados para que puedan estos intentar explicar algunos de los cuestionamientos”, dijo Lucas Ghersi.

“El ministro del Interior, de Trabajo y de Defensa han sido objetos de múltiples cuestionamientos y sería importante que el Congreso pueda interpelar a estos ministros, de manera tal que ellos puedan explicar frente a la población las dudas. Si es que esas explicaciones no son satisfactorias, estos pueden ser removidos a través de una moción de censura. El Congreso debe adelantarse al pedido de confianza del Gabinete planteando las mociones de interpelación y, de ser el caso, mociones de censura”, recomendó.

¿El Congreso carece de estrategia?

Ghersi aseveró que el Parlamento está tomando las medidas del caso para resguardar el Estado de derecho y defenderá sus facultades. “Estoy seguro de que el Congreso va a hacer uso los mecanismos expuestos: interpelación y censura”, refirió.

¿Negación fáctica de la confianza?

Según el abogado, la decisión de no votar a favor ni en contra puede interpretarse desde el Ejecutivo como una “negación fáctica de la confianza”.

“Lamentablemente, esa es una posibilidad porque el Tribunal Constitucional en esta sentencia absolutamente nefasta abrió la posibilidad de que se interprete que un “sí” es “no”. Entonces, si se interpretó que el “sí” es “no” o que “no” es “sí”, también podría interpretarse que una abstención es un “no”. Eso está dentro del ámbito de lo que podría ocurrir, pero si es que eso ocurre el Congreso de la República probablemente plantearía también una demanda competencial y, al final, el TC tendría la última palabra en relación a ese tema”, explicó.

En tal sentido, Lucas Ghersi sostuvo que apremia la elección de los nuevos magistrados del máximo intérprete de la Carta Magna, pues 6 de los 7 miembros tienen el mandado vencido.

“Lo idóneo es que un magistrado del TC no sea escogido solo por 5 años porque el periodo de elección es muy corto”, consideró.

Ley para interpretar la cuestión de confianza

El abogado constitucionalista señaló, además, que es importante el proyecto de ley que ha presentado para interpretar el uso de la cuestión de confianza por parte del Ejecutivo, de modo que este poder del Estado no pueda interponer tal mecanismo por reformas constitucionales o por competencias del Congreso.

“La cuestión de confianza tal como está regulada actualmente es una especie de bomba de tiempo porque se ha interpretado de una manera tan amplia que el presidente de la República, que no controla el Congreso, tiene incentivo de provocar al Congreso para que le niegue la confianza y forzar la disolución del Congreso. Hay un incentivo perverso”, sentenció.