Super Mensajes

Diana Cilliers siempre tuvo claro que adaptar el manga ‘One Piece’ a una serie de acción real significaba honrar la historia y aceptar un desafío. La serie, de ocho episodios que acaba de estrenarse en Netflix, sigue la historia de Monkey D. Luffy (Iñaki Godoy),un joven que lleva siempre un sombrero de paja y sueña con su libertad. Él, que cuenta con cuerpo de goma, emprende un viaje a ultramar en busca de un tesoro que puede ayudarlo a convertirse en el rey de los piratas.

“[Adaptar el manga] fue un reto porque tenía que convertir algo bidimensional en tridimensional. Quería trabajar de una manera muy diferente porque había que tener en cuenta varias cosas. Por ejemplo, no empezamos a trabajar un disfraz desde cero, trabajamos con un personaje que ya estaba establecido y tenía una gran base de fans y tenía muy clara su identidad”, comenta la diseñadora.

Al momento de definir el vestuario, ¿qué tanta libertad creativa hubo para proponer nuevas ideas o se quiso respetar la idea original del manga? Le consultamos a Cilliers. “Obviamente, queríamos honrar completamente al manga. Trabajamos muy de cerca con los ‘showrunners’ de la serie, y a través de ellos también coordinamos con los creadores del manga. Fue un esfuerzo creativo de equipo. No queríamos cambiar nada, sino interpretarlo y retenerlo según cada personaje”, responde.

EL ARTE DE PORTAR SOMBRERO

Como ya se ha mencionado, si hay algo que caracteriza a Monkey D Luffy en el manga y la serie es su habilidad para movilizarse siempre con un sombrero sobre la cabeza. ¿Fue un reto crear este accesorio? “Tuvimos un sombrerero y un equipo de sombrereros. Eran parte de mi equipo de vestuario. Empezamos a diseñarlo desde el boceto, tuvimos uno o dos modelos hasta que llegamos al sombrero exacto, el que les gustó a todos. Y, por supuesto, también tuvimos que ver el proceso: que no se vea como un sombrero nuevo. Fabricamos alrededor de 35 sombreros, porque a veces lo lleva puesto, a veces lo lleva en la espalda, entonces, teníamos que estar seguros de que siempre fuera cómodo para la acción”, confiesa la diseñadora.

UNA VIDA DEDICADA AL DISEÑO

Diana Cilliers creció en Sudáfrica y construyó parte de su carrera recreando, a través del vestuario, los dramas contemporáneos de su hogar. Su trabajo en “Tierra de sangre” (2004),“Desgracia” (2008) y “Madela: Del mito al hombre” (2013) lo comprueba.

La diseñadora de vestuario, con más de treinta años de carrera, reflexionó sobre la importancia de su trabajo: “es muy importante porque establece cómo es el personaje. No es solo la apariencia visual del vestuario, sino una parte de su identidad. La gente siempre viste prendas que se ajustan a su personalidad, así que no se trata solo de accesorios”.