LIMA, 10 nov (Reuters) – El presidente peruano, Pedro Castillo, dijo el miércoles durante un discurso de balance de su gestión que “nadie” le pone la agenda, en medio de conflictos sociales y críticas por denuncias de presiones oficiales en ascensos de las Fuerzas Armadas.
Castillo, en un discurso en la región andina de Ayacucho, fustigó a la oposición que, afirma, le exige resolver problemas de cientos de años en apenas tres meses de Gobierno, periodo en que el país ha transitado una incertidumbre política mientras los inversores dudan sobre el futuro de la nación minera.
“A mí nadie me pone la agenda, yo no tengo jefes. Mi único jefe es el pueblo”, señaló el presidente de izquierda que asumió el cargo a fines de julio, asustando a los inversionistas por temor a un gobierno radical, algo que Castillo disipó en parte con un gabinete conformado por figuras de izquierda moderada.
Esta semana, dos excomandantes generales de las Fuerzas Armadas denunciaron que fueron cesados de sus cargos por negarse a ascender a militares recomendados supuestamente por el mandatario Castillo, en un nuevo foco de crisis del Gobierno.
Las acusaciones provocaron que el ministro de Defensa, Walter Ayala, pusiera su renuncia en manos de Castillo, algo que el mandatario aún no ha resuelto, mientras la oposición pide la salida del funcionario que niega presiones a los militares.
Castillo nombró la semana pasada a su tercer ministro de Interior por otra crisis y a inicios de octubre renovó hasta siete ministros, incluyendo su jefe del gabinete.
A la turbulencia política se suma una ola de protestas de comunidades rurales contra empresas mineras. Una de ellas, Antamina, la mayor productora de cobre del país controlada por Glencore y BHP Billinton, tuvo que cerrar sus operaciones por algunas días.
Entre septiembre y octubre, las agencias Fitch y Moody’s rebajaron la calificación de deuda peruana mientras que Standard & Poor’s revisó su panorama de la nota a “negativo”, citando que las perspectivas de inversión en el país se han debilitado debido a un entorno político fracturado.
Venta del avión presidencial
Castillo, en su discurso, hizo un recuento de su gestión como el inicio de la renegociación del contrato de gas con una firma privada y la puesta en marcha de la “segunda reforma agraria”; y anunció la venta del avión presidencial y un aumento del salario mínimo para los trabajadores de empresas formales.
El mandatario también destacó el inicio de un plan de masificación del uso de gas natural y reafirmó que su Gobierno no será “comunista” como lo afirman sus detractores. “Acaso a alguien le quitado su casa y sus ahorros, puras mentiras”, dijo.
La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, del partido opositor Acción Popular, calificó el mensaje de Castillo como “un desastre” y reclamó que el cuestionado ministro de Defensa “no puede estar ni un minuto más” en el gabinete.
En la presentación de Castillo no estuvo presente la primera ministra Mirtha Vásquez, una abogada de izquierda moderada, que había considerado el martes como “graves” las denuncias sobre los ascensos militares y anunciado que se iban a tomar decisiones al respecto en las próximas horas.
(Fuente: Reuters)
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