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La medicina alternativa o natural si bien no cura las enfermedades si son una gran fuente de vitaminas y minerales (entre otras propiedades) para aliviar las dolencias. En esta ocasión trataremos sobre la cúrcuma y el orégano, dos productos de la naturaleza, cuyos componentes son un gran aliado de los fármacos para disolver los tumores malignos o cáncer.

Cuentan con propiedades antiinflamatorios, antioxidantes y antitumorales

Se puede hacer un preparado de ambos, ya sea en infusiones o batidos y juntos resultarán una gran ayuda para aliviar los síntomas del cáncer o también como preventivo.

CÚRCUMA

La cúrcuma es una fuente importante de beneficios: antiinflamatoria, neuroprotectora, antioxidante y antitumoral, sirve para dar un toque de sabor a los platos, a la vez que tiene unas propiedades muy interesantes.

La encontramos en forma de polvo o de raíz y, también, a veces, mezclada con pimienta y canela en la mezcla que popularmente conocemos como curry.

La cúrcuma sirve para prevenir muchos tipos diferentes de cáncer y en concreto se han estudiado sus efectos en los cánceres de pulmón, páncreas y estómago”, explica la oncóloga Natàlia Eres, que destaca las propiedades antitumorales, radiopotenciadoras y radioprotectoras de esta especia.

“Un consumo de cúrcuma regular potencia los efectos de la radioterapia y la quimioterapia -una vez nos estamos tratando el cáncer- pero también ayuda a prevenir el crecimiento de tumores”, apunta.

“La cúrcuma protege el hígado y es una buena aliada para luchar contra el cáncer”, especifica la oncóloga Natàlia Eres.

En esta línea, un par de estudios recientes han investigado los efectos de la cúrcuma en pacientes con tumores de páncreas, administrándoles de entrada 200 miligramos de cúrcuma diarios y, posteriormente, 400 miligramos diarios por vía oral, como tratamiento coadyuvante a la quimioterapia y radioterapia.

Un segundo estudio se centraba en los efectos de la cúrcuma en pacientes con cáncer de páncreas avanzado. En este segundo caso los pacientes recibían 8 gramos de cúrcuma por vía oral diariamente. El tumor de uno de los pacientes disminuyó tras seguir el ensayo clínico, sin mostrar signos de toxicidad derivados de tomar esta cantidad de la planta.

“En los últimos diez años, se han ido publicando estudios científicos que documentan de qué forma la cúrcuma disminuye el crecimiento tumoral y promueve la muerte celular programada en diferentes cánceres (próstata, digestivos, cerebrales, páncreas, pulmón, etc.)”, cuenta el oncólogo Joan Vidal-Jové.

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¿Pero cómo mata la cúrcuma a las células tumorales?

“El mecanismo de acción de la cúrcuma para conseguir estos efectos es muy complejo porque implica varias acciones moleculares simultáneas”, responde Natàlia Eres.

Por tanto, la cúrcuma “es interesante como tratamiento preventivo después o antes de tener un cáncer, ya que es capaz de actuar sobre las células madre protumorales, y evitar que generen células cancerosas. “Si la inflamación baja, el cáncer también mejora”

Y, además, como tiene una gran potencial antiinflamatoria y protege el hígado, sirve también para protegernos de los muchos de los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, como el déficit de atención, la inflamación del hígado o los dolores articulares “, dice Vidal-Jové , que recalca que, “si la inflamación baja, el cáncer también mejora”.

Normalmente, la tomamos por vía oral, aunque en algunos tipos de cáncer (piel, boca, genital o de pecho) también es posible aplicar la cúrcuma como ungüento, mezclada con agua.

¿Qué podemos hacer para absorber mejor la cúrcuma?

Para poder obtener los efectos beneficiosos de la cúrcuma, es necesario que la absorbemos bien. La doctora Odile Fernández, autora del libro Mis recetas anticáncer. Alimentación y vida anticáncer (Ediciones Urano, 2013),cuenta que “la cantidad idónea de cúrcuma que deberíamos tomar diariamente sería de unos 5 gramos al día: el equivalente a una cucharilla pequeña de postre”.

Ahora bien, para potenciar la absorción de esta sustancia medicinal es necesario que “la mezclemos con un poco de pimienta negra y aceite de oliva, o bien, aceite de lino”. Si no podemos mezclar la cúrcuma con estos otros elementos, tendremos que tomar más cantidad porque parte de la sustancia no se absorbe del todo bien. “Si la tomamos sola, la cantidad de cúrcuma debería llegar entre los 8 y 10 gramos diarios”, dice Fernández.

ORÉGANO

Una investigación de la Universidad Long Island (Estados Unidos) de 2012 logró demostrar que un componente del orégano podría usarse para tratar el cáncer de próstata, una de las enfermedades más comunes entre los hombres.

Se trata del carvacrol, un componente del orégano que según los investigadores induce a la apoptosis, es decir, la muerte celular programada o “suicidio celular” en las células tumorales de la próstata.

“Sabíamos que el orégano tiene propiedades anti-inflamatorias y que actúa como antibiótico, pero su efecto en las células cancerígenas coloca la especia en la categoría de “superespecia””, señala Supriya Bavadekar, coautora del estudio.

Con ese hallazgo, el orégano podría ser la clave para desarrollar nuevos medicamentos, más efectivos y seguros, contra el cáncer de próstata.

Estudios previos habían demostrado que comer pizza reducía el riesgo de cáncer, pero lo atribuía a la salsa de tomate, que contiene licopeno; sin embargo, el orégano también tendría ese efecto.

El cáncer de próstata comienza en la glándula prostática, y los expertos estiman que será la causa de la muerte de 1 de cada 36 hombres que viven actualmente.

 

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