Roberto Sánchez

 

Juntos con la Inversión.- Aumentar inversión pública del 25% al 35% del presupuesto general de la república en próximos 5 años. Construir colegios modernos, hacer mejoras integrales a los establecimientos de salud asegurándolas con redes de producción de oxígeno local, vías carrozables y nuevas carreteras, plataforma tecnológicas y redes de fibra óptica, programas de vivienda social, programa de titulación de predios urbanos y rurales. Programa nacional de proyectos de servicios de agua y redes de alcantarillado en los tres niveles de gobierno. Esta gran medida en los primeros cien días permitirá la dinamización del mercado y la economía familiar. Los mecanismos de obra por impuestos serán relanzados para disponer de mayores fondos de inversión en infraestructura pública. Tomaremos medidas para nunca más tener “clubes de la construcción” donde grandes empresarios y altas autoridades políticas gubernamentales pactaron componendas y coimas que han afectado la economía del pueblo y la calidad de las obras y proyectos públicos.

Reforma Tributaria.- Implementaremos una gran ofensiva con mecanismos para una gran reforma tributaria (llegar al 20% de presión tributaria, en América Latina se llega al 23.2% del PBI, en Perú apenas el 14.4% para disponer de un fondo financiero para infraestructura pública con vocación de mercado y empleo digno. En tiempo de guerra todos tenemos que tributar y los que más tienen con mayor razón. El impuesto a la riqueza acumulada

Revisar y eliminar las exoneraciones tributarias que anualmente llegan a 4mil millones de dólares, combatir eficazmente la evasión y la elusión en el pago del impuesto a la renta, según la SUNAT el 7.5% del PBI se fuga a los paraísos fiscales.

Es altamente responsable decidir el endeudamiento externo para relanzar el desarrollo y reactivación en el bicentenario. El promedio del endeudamiento en América Latina llega al 80.5% de su PBI. En Perú debemos llegar a 50% del PBI. Si está en juego la reactivación económica familiar afectada por la crisis, perdida de sus empleos que ha generado su incapacidad de pago de deudas en el sistema financiero el momento del congelamiento de aquellas deudas ha llegado y resulta pertinente. Que el estado negocie con los acreedores de las familias con deudas tope a 5 mil soles el pago de una tasa de interés social. No es posible mitigar el inmenso y brutal desembalse que viene a golpear agresivamente la economía familiar.

Juntos con los Microempresarios es el compromiso.- La micro y pequeña empresa debe ser foco de una gran inyección de financiamiento (público privado, Fondo de Desarrollo a los microempresarios) para mejora de su productividad, un gran programa nacional de compras sobre la base de demandas locales y regionales debe ser el mecanismo excepcional. Requerimos recuperar y generar más empleo y sin innovación tecnológica y valor agregado no será posible entrar al mundo de la competitividad. Aquí sí se necesita un régimen especial que elimine las barreras burocráticas, tributarias y legales para formar parte de un proceso de una formalidad responsable y amigable con el emprendedor. Sin un enfoque promotor de nuestros clúster (textil, cuero, electrónico, madera, metálicos y de servicios) microempresariales desde la más alta voluntad política no llegaremos al primer piso de la gran reactivación de las economías locales. Se requiere concertar con la sociedad nacional de industrias el proceso de reactivación económica integral. Un fondo de 30 mil millones de soles se destinará como préstamos baratos y con un año de gracia para pagos de intereses mínimos.

Apoyo a las asociaciones de comerciantes.- El estado debe ser garante de las asociaciones de comerciantes formales y comerciantes ambulatorios que están en necesidad de mejorar y/o adquirir espacios adecuados y terrenos donde desarrollar sus proyectos de mercados de abastos y de comercio en condiciones seguras y de calidad. Solo en Lima son más de 1000 asociaciones que involucran la economía de un millón de familias que con mucho esfuerzo aguardan más de 20 años el auxilio y apoyo financiador del estado. Si es posible acompañarles con un régimen especial que les permita acceso a su seguro de salud e ingreso a la formalidad laboral. En esta epidemia de vulnerables se ha pasado a extremos pobres. Es esta economía social, es decir el primer piso se debate la resistencia económica emprendedora de millones de familias en el Perú. Insistiremos en construir una economía sobre la base de los emprendedores en la ciudad y el campo. La manufactura textil nacional tendrá salvaguardas, la metal mecánica, el cuero y los clúster electrónicos y los microempresarios de los servicios deben ser foco ambos de una promoción desde el estado. Juntos por una economía social popular para la reactivación familiar