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Tiene un gran espacio al aire libre y ofrece alternativa recreativa para toda la familia.

Roberto Ramírez estuvo muy dedicado a la gastronomía desde 1968 participando en ferias agropecuarias y festivos con su pachamanca, desde ahí se hizo conocido hasta que en los años ochentas se le ocurre improvisar para lograr su famoso chanchito al palo.

En una de esas reuniones con amigos es que nació la idea de poner el chancho en las rejas, eso en vez del tradicional cabrito, dando como resultado una carne jugosa con piel crocante.

Todo era como un ritual, pues alrededor todos libaban y decidieron echarle cerveza para probar y quedó como su receta original. Rodrigo Ramírez, su séptimo hijo, observaba cada paso y detalle, siendo su sucesor en la cocina hasta el día de hoy.

Huaral era su tierra natal, su lugar y el epicentro de todo este éxito de las brasas, justamente donde a inicios de los años ochentas trabajaba a puerta cerrada para reuniones privadas, hasta que en el año 2001, decide elevarlo a la categoría de restaurante campestre llamándolo “El Rancho de Robertín” con el apoyo incondicional de su esposa.

Tenía solo 12 mesas y el movimiento era lento, hasta que llegó Gastón Acurio, en el 2008, para grabar un programa e invitarlo a ser parte de la feria “Perú Mucho Gusto”, que fue una gran ventana para que más comensales conocieran su concepto.

Estuvieron también en Mistura, Taste of Perú de Miami (Estados Unidos),fueron condecorados en Punta Cana como promotores del Chancho al Palo, lo mismo ocurrió en el Washington International Excelence Awards (EU) y también en Bélgica.

En el 2018, Roberto Ramírez fallece dejando un gran legado a sus hijos, pero con muchas lecciones para que afrontaran la crisis y la pandemia que iniciaron el año pasado, pero no se detuvieron, pues su local cumple los requisitos para evitar contagios ya que son 100 mil metros cuadrados los que permiten que haya 50 mesas con espacio para la distracción, las separaciones de grupos y el distanciamiento social.

Chancho al palo

Una porción de chancho al palo tiene 300 gramos de carne de cerdo, choclo, papa sancochada, sarza criolla, crema de ocopa, carapulcra y arroz, a un precio de s/49. De ahí pueden comer dos personas.

Ofrece también lomo saltado que es un plato contundente, y entre los más pedidos también esta el conejo en chicharrón con yucas doradas más carapulcra y arroz (s/60).

Entre los regionales está el Ceviche de Pato, basado en una carne de pato en ají sudado en cebollas y limón, se trata de un plato caliente que viene con yuca sancochada más arroz y carapulcra, pues esta última siempre resuena por esos lares.

Pedro Ramírez, su sexto hijo, confiesa que uno de los secretos de la carapulcra es que su tiempo de cocción en leña es largo (4 horas) y como parte del aderezo se usa las partes del residuo del cerdo, dándole un toque especial.

Y para combinar estos suculentos platos, tienen como opción el vino de la casa “Caoba” en variedades de Malbec y Borgoña.

“El Rancho de Robertín” tiene también unos cultivos variados de mandarinas, viveros, mini granja establo, juegos recreativos para todas las edades como cuatrimotos, toboganes, botes, pinturas y juegos como sapito y fulbito de mano; además de una cancha de futbol.

Durante los fines de semana se ofrece baile de marinera y de caballo para que la experiencia sea completa. La idea es que visiten el local, pero si no pueden, tiene un servicio óptimo de delivery a nivel de Huaral, pudiendo llegar hasta Chancay.

“Usamos nuestras propias movilidades y nos hacemos cargo de toda la logística para que llegue en el tiempo preciso y en optimas condiciones.

Para nuestros clientes de Lima, lo que buscamos es que puedan visitarnos o pedir para llevar si vienen en carro”, comenta Pedro.

DATO

Dirección: Puente El Rancho s/n, Carretera Retes, a 2 km del centro de Huaral

Whatsapp: 980 597 119 / 766-4684

Facebook: https://www.facebook.com/Elrancho1deHuaral/

 

Por: Elizabeth Zamora
@estiloyesoterismo