Super Mensajes

El desafuero de Betssy Chávez habilita la acción de la justicia contra ella, y permitiría activar algunas medidas restrictivas de su libertad, las cuales se estarían dando en los próximos días. En esa circunstancia, sorprendió ayer el allanamiento de la vivienda del expremier Aníbal Torres, en San Isidro, donde la Fiscalía levantó documentación y equipos de cómputo en el marco de las investigaciones por los delitos cometidos en la intentona golpista del pasado 7 de diciembre.

En realidad, esta medida era previsible, además de las otras acciones que interpondrá el Ministerio Público en el marco de estas investigaciones fiscales, y que involucran justamente a Castillo, Chávez y Torres.

Ante la delicada situación legal que afronta Aníbal Torres, ahora cambian de estrategia para preparar la narrativa de la victimización; pretenderán ahora argüir la figura del perseguido político para buscar solidaridad internacional.

Por lo tanto, la alocución que hizo anunciando una posible candidatura presidencial no es más que una treta legal para que construyan la narrativa de la persecución política ante la eminente acción de la justicia. Por cierto, Torres ya tiene algunas medidas restrictivas de su libertad, ya allanaron su domicilio y probablemente se le vengan más acciones legales que lo pondrán contra las cuerdas.

Tonto no es, pero su astucia le puede costar caro a Aníbal Torres, porque su accionar después de la intentona golpista denota la obstaculización de la justicia y eso será ponderado en su momento por los jueces cuando decidan su futuro.

Hay un hecho objetivo en esta fanfarronería de Torres: durante el pedido para su prisión preventiva, su abogado Duberlí Rodríguez alegó la edad y su situación de salud como un factor de alto riesgo para su delicada situación. La pregunta es simple y sencilla, ¿cómo quiere ser presidente si tiene afecciones graves de salud y es un octogenario?

No quiere ser presidente, solo busca evadir a la justicia y salirse con la suya buscando impunidad.