Desde que Charles Fey inventara la Liberty Bell en 1890, las máquinas tragaperras han experimentado una importante evolución, pero lo cierto es que dos siglos después siguen siendo el juego de azar más popular entre los españoles, llamando la atención de públicos de todas las edades. Lo cual tiene mucho que ver con que cuente con unas reglas sencillas y con un diseño colorido.
Un juego que se ha visto muy favorecido por la tecnología punta, haciéndose más accesible incluso para aquellos que tradicionalmente no han jugado a las tragamonedas casino en una sala de juegos tradicional. Sistemas en vídeo a los que puede accederse en tiempo real desde cualquier dispositivo conectado a Internet y que cuentan con distintas temáticas, varios cientos de líneas de pago y un número de carretes que puede llegar a los doce. Pero, ¿sabes cómo funcionan?
¿Qué es el RNG y el RTP?
Las máquinas tragaperras actuales funcionan mediante dos tipos de software. El RTP, que permite un juego limpio gracias al retorno de parte del dinero apostado, y el RNG que se basa en un algoritmo que va generando número aleatorios para dar el resultado de cada tirada, lo que hace que sea imposible de manipular en beneficio de la plataforma de juego.
Los rodillos
También conocidos como carretes, los rodillos son el corazón de las slots. Un sistema en el que van girando los símbolos que después veremos en las líneas ganadoras para señalar el premio. El número de rodillos puede cambiar en función del tipo de tragaperras. Por ejemplo, las tragaperras más clásicas cuentan con tres carretes y hasta con cinco líneas de pago. Mientras que en algunas versiones más modernas podemos encontrar incluso hasta doce rodillos. Hay que tener en cuenta que a más carretes, mayores son las combinaciones ganadoras. En algunos casos incluso es posible combinar símbolos entre rodillos.
Líneas de pago
Las líneas de pago son las líneas horizontales que aparecen en la pantalla, donde tienen que alinearse determinados símbolos para conseguir el premio. Las tragaperras originales disponían solamente de una, pero la cantidad fue incrementándose para aumentar las posibilidades de ganar del jugador.
Del mismo modo que ocurre con los rodillos, el número de líneas varía según el tipo de máquina. Por ejemplo, podemos encontrar tragaperras con 1, 3, 5, 10 y hasta 243 líneas. Obviamente, al aumentar las posibilidades de premio, el importe suele ser más bajo. Además, pueden ser fijas o ajustables.
Símbolos y funciones especiales
Existen distintas modalidades de tragaperras, que se clasifican en base a las funciones especiales que ofrecen. No obstante, para poder establecer qué funciones se encienden o, incluso, qué premios se ganan, son imprescindibles los símbolos, que pueden variar teniendo en cuenta distintos criterios. Uno de ellos es la temática de la máquina y el otro, los elementos de diseño.
Podemos encontrar desde las míticas campanas, que se han mantenido desde sus orígenes, a personajes famosos. Pero, independientemente de ello, siempre encontrarás símbolos de dispersión y comodines. Y, en el caso de las funciones especiales, las más habituales son los jackpots y tiradas gratis.