Mary Shelley nació el 30 de agosto de 1797 en Inglaterra y nos dejó un legado increíble hasta su fallecimiento el 1 de febrero de 1851. Desde pequeña, su mente curiosa y su amor por la lectura la llevaron a crear mundos de fantasía.
A los 18 años, Mary tuvo una idea que cambió la literatura para siempre. Junto a un lago en Suiza, inventó la historia de "Frankenstein". Este libro hablaba sobre un científico que construyó un ser vivo, pero también nos enseñaba sobre la importancia de ser responsables con nuestras creaciones.
Mary Shelley no solo fue una escritora talentosa, sino que también luchó por lo que creía. Sus padres le enseñaron sobre la igualdad y los derechos de las mujeres, y ella siguió sus pasos al escribir historias que desafiaban las normas de su tiempo.
A lo largo de su vida, Mary viajó y conoció a muchas personas interesantes, incluido el poeta Percy Shelley, con quien se casó. Juntos, compartieron ideas innovadoras y vivieron aventuras emocionantes.
El legado de Mary Shelley no se limita a "Frankenstein". Ella fue una voz valiente que abogó por la justicia y la igualdad. Sus obras siguen inspirando a escritores y pensadores hasta hoy.
En resumen, Mary Shelley fue una mente creativa y valiente que nos recordó la importancia de nuestras acciones y cómo podemos cambiar el mundo con nuestras ideas. Su historia nos enseña a perseguir nuestros sueños, cuestionar lo establecido y ser responsables con nuestras creaciones.