Un oso de anteojos, conocido también como oso andino, fue registrado recientemente mediante un video en los bosques protegidos de la comunidad nativa Kichwa Chumbaquihui, ubicada en el distrito de Pinto Recodo, provincia de Lamas, en la región San Martín.


Así lo informó Deyser Shupingahua Amaringo, Apu de la comunidad, quien destacó que este hallazgo resalta el valor de proteger las áreas naturales y la necesidad de seguir impulsando la protección de especies vulnerables y se vuelve de suma importancia para la construcción de conservación e identificación de las amenazas de este mamífero omnívoro.


“Las imágenes obtenidas muestran a un oso adulto, lo cual ofrece valiosa información para contribuir a las estrategias de conservación de esta casta. La presencia confirmada del oso de anteojos en esta zona, refuerza la necesidad de seguir trabajando en la conservación de los ecosistemas amazónicos”, dijo Shupingahua Amaringo.


Estos esfuerzos no solo benefician a las especies emblemáticas, sino también a todas las formas de vida que dependen de estos hábitats para su supervivencia. “Si bien esto es muestra de una importante diversidad, en estas zonas los animales silvestres pueden ser vulnerables a la cacería, práctica que persiste en el territorio y amenaza a las poblaciones naturales de ejemplares endémicas y en peligro de extinción, manifestó el Apu de la comunidad de Chumbaquihui.

El líder indígena dijo que lo preocupante es que el avistamiento ocurrió en una zona cercana a una concesión minera, lo que pone en riesgo el hábitat del “ukumari” como lo llama la población de la comunidad y la biodiversidad local. La presencia de esta especie en áreas cercanas a explotaciones extractivas plantea una seria advertencia sobre los impactos que podría tener esta actividad en ecosistemas frágiles y poco estudiados.

La comunidad de Chumbaquihui, como muchas otras comunidades amazónicas, ha sido históricamente “Guardiana del bosque”. “Su conocimiento del territorio y su constante vigilancia ha hecho posible este avistamiento, sin embargo, esta labor se ve desafiada por intereses que no siempre consideran el valor ambiental y cultural del lugar”, puntualizó.


Chumbaquihui cumple un rol claveen la conservación de los bosques, y su vigilancia es fundamental para la conservación. Proteger estos espacios no solo es vital para este mamífero, sino también para asegurar agua, clima y vida para las futuras generaciones.

El oso de anteojos ha sido históricamente conocido por habitar las zonas andinas y amazónicas de Perú, Ecuador y Colombia, sin embargo, el avistamiento del “ukumari”, supone una nueva ampliación de su habitad, una zona que previamente no había sido considerada parte de su distribución, según el mapa elaborado por expertos.

Fue registrado por primera vez en la Reserva Comunal Tuntanain, mediante 14 cámaras trampa instaladas en conjunto con pobladores de la comunidad nativa de Kusumatak, en la región Amazonas.


Este cuadrúpedo puede alcanzar los 200 kg de peso, que, aunque es omnívoro, se alimenta principalmente de bromelias, orquídeas, palmas, frailejones, bambús y otras plantas, y ocasionalmente, de insectos, pequeños vertebrados y carroña. Tiene hábitos diurnos y nocturnos, habita bosques andinos y páramos y se puede encontrar entre los 250 y 4.750 msnm.

Son animales huidizos: por lo general rehúyen el contacto con el ser humano y se muestran agresivos solo cuando se defienden de una amenaza. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN),el oso de anteojos se encuentra vulnerable a la extinción, debido a la pérdida de hábitat y la cacería.

Datos: 

La comunidad nativa Chumbaquihui fue reconocida como tal el 23 de octubre de 1997 por Resolución Directoral 377-97-CTAR/DRA-SM, titulado con Resolución Directoral 538-97-CTAR-RSM/DRA-SM de fecha 11 de diciembre de 1997. Pertenece al Tambo Alto Perú y abarca más 1,290 hectáreas.        

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(FIN) JQC/MAO

Publicado: 24/4/2025