El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, aseguró que el despliegue de miles de soldados en Los Ángeles sigue siendo necesario, pese a la disminución de las protestas contra la política migratoria del gobierno republicano de Donald Trump.


El presidente Trump ordenó el envío de 4,000 miembros de la Guardia Nacional y 700 infantes de Marina a la segunda ciudad más grande del país, hogar de una numerosa comunidad latina, tras manifestaciones desencadenadas por redadas migratorias.

“Desafortunadamente, los soldados y los marines siguen siendo muy necesarios porque existe el temor de que la situación pueda degenerar nuevamente”, afirmó Vance a la prensa, durante su visita este viernes a la ciudad californiana.

El vicepresidente celebró que una corte federal de apelaciones validara esta semana el despliegue, calificándolo como “totalmente legítimo y apropiado”. Pese a que las protestas se concentraron en una zona reducida y fueron en su mayoría pacíficas, se registraron incidentes de violencia y vandalismo.

Posturas encontradas


La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y el gobernador de California, Gavin Newsom, ambos demócratas, han calificado la presencia militar como una medida extrema e innecesaria que “crea una crisis artificial”. Insisten en que la policía local es suficiente para controlar la situación: desde el inicio de las protestas, se arrestó a unas 600 personas y ya se formularon cargos contra una treintena.

En contraste, Vance acusó a Bass y a Newsom de “fomentar agitadores de extrema izquierda” y criticó la política de California como estado santuario, que limita la cooperación de las fuerzas locales con la policía federal de inmigración (ICE).

“Al tratar la ciudad como un santuario, Newsom y Bass han abierto la caza a las fuerzas del orden federales”, sostuvo.

Bass respondió acusando al vicepresidente de mentir y de “sembrar división”. “¿Cómo se atreve a decir que alentamos la violencia? Mantuvimos la paz, y los agentes federales aquí solo protegían un edificio, no actuaron en el control de las masas”, replicó.

Tensión política


Las redadas y el endurecimiento de la política migratoria de Trump han encendido protestas también en San Francisco, Nueva York, Chicago y San Antonio.

La tensión escaló cuando el senador demócrata por California, Alex Padilla, fue esposado y retirado a la fuerza la semana pasada, tras intentar interpelar a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, durante una conferencia de prensa.

Vance cometió un desliz al referirse a él como “José Padilla”. Bass reaccionó indignada: “¿Cómo se atreve a faltarle el respeto y llamarle José? Para usted debe ser igual que cualquier otro”.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, denunció el incidente como “un acto que apesta a totalitarismo”. La Casa Blanca defendió la detención de Padilla, asegurando que “se abalanzó” sobre la funcionaria, versión desmentida por un video del momento.


Más en Andina:



(FIN) AFP/JAM

Publicado: 21/6/2025