Entrevista Cecilia Fernández Sívori

Bien dice una frase “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, atribuida a Nelson Mandela calza perfecto cuando estamos frente a frente a la educadora peruana Germina Villar, quien a sus 105 años, ha lanzado su segundo libro enfocado en entender lo que es la educación en el país en donde vuelca todas estas décadas de experiencia. Vea aquí la galería fotográfica

Un norte que doña Germina ha mantenido todos estos años, pues jamás quiso que su vida pasara ante sus ojos sin servir al prójimo y hacer de la excelencia su sello de existencia.

Con una lucidez envidiable, Germina recibe al equipo del suplemento Variedades de El Peruano en su hogar repleto de recuerdos y momentos vividos. Y ¡qué momentos!, todos ellos marcados por episodios y contextos que fueron formando en ella la mujer que es hoy.

Desprovista del ego, Germina nos hace transitar por sus recuerdos de niñez en Cerro de Pasco, en un mundo donde los juguetes eran hielos que se formaban por las gotas en las tapas de los toneles durante la noche que, en el día, rodaban sobre las calles empujadas por sus manos traviesas.

Hasta que un día su mamá decidió traerla a Lima, a los 6 años, a que estudiara en un internado donde las monjas, pero ese plan quedaría trunco gracias a la recomendación de un tío. “Le dijo que no nos dejara, que no iba a resultar. Y mi mamá se sacrificó y se quedó con nosotros”, nos cuenta con un ritmo que invita a conocer más de cerca su historia.


Educación pionera 


Allí fue alumna de maestras de lujo que inocularon en ella esa entrega y que la llevaron a convertirse en educadora. Estas maestras no fueron otras que Elvira García y García en el primer colegio nacional de Lima, hoy colegio Rosa de Santa María, bajo la dirección de la educadora Elvira García y García, quien fuera pionera en la educación de mujeres.

“Debo confesar que nunca me consideré una alumna brillante, pero siempre pude responder a los retos. Me gustaba mucho la literatura. Con ella (Elvira García y García) aprendí lo que es una maestra. Ella luchó por la educación de la mujer. Decía que se podía estudiar y trabajar, pero sin dejar de ser mujer”, nos dice con una fuerza envidiable.

“Era una mujer de espíritu muy amplio. Ella decía hay que estudiar y a tener una independencia económica. Tuve el privilegio de asistir a su entierro. En esa época las mujeres no iban al cementerio. Pero una amiga mía siempre estuvo en contacto con ella y por eso pudimos enterarnos y honrarla el día de su deceso”

“Jamás dejó sin respuesta alguna pregunta que le hiciéramos”, recuerda sobre aquellas épocas escolares.

Tiempos universitarios


En el año 1937, a los 16 años de edad, ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a la Facultad de Letras y Humanidades, donde estudió Literatura y Educación.

Así fue alumna de eximios intelectuales como Aurelio Miró Quesada, Horacio Urteaga, José Gálvez Barrenechea, Guillermo Lohmann y Manuel Beltroy; entre otros ilustres de la época que marcaron su derrotero profesional.


Recuerdo que desde el año 1942 hasta mayo de 1943 integré el grupo de catalogadores de la Biblioteca Nacional del Perú formado a iniciativa del Dr. Manuel Beltroy Vera”.

Doña Germina trabajó al lado de Amalia Cavero Mariátegui, Olivia Ojeda Velarde y Amalia Oyague Mendoza conformando un equipo bajo la dirección del Dr. Alberto Tauro del Pino.

Todos tuvieron la importante labor de registrar y clasificar el material bibliográfico y documental que la Biblioteca Nacional del Perú custodiaba desde su fundación hasta el año 1943.

“Fue una lucha contra el director de aquella época porque no quería que participáramos. Él estuvo muchos años en ese cargo y creo que llegó a pensar que era su propiedad particular y que nadie podía tocarlos. Tuvo que acatar al final. Fue un trabajo ad honorem y es que éramos muy idealistas también”.

Mujer de avanzada



Como integrante del equipo de catalogadores, doña Germina cumplió una sacrificada, silenciosa y titánica labor en el rescate de libros tras el infausto incendio del 10 de mayo de 1943. No en vano, así lo reconoce el ex director de la BNP, Jorge Basadre, en su libro “Recuerdos de un Bibliotecario Peruano". 

Al culminar su labor en la Biblioteca Nacional, doña Germina fue parte de la Biblioteca de la Estación Experimental Agrícola la Molina. “Fue gracioso porque mi amiga la China Cavero fue la que hizo la postulación y me dijo ya tienes trabajo, eso fue cuando acababa de casarme y no pensaba aceptar una responsabilidad de ese tipo”.

Amante de las letras, la pluma periodística la capturó y así colaboró en la revista “Pedagógica” fundada y dirigida por el doctor Julio Chiriboga y publicó diversos artículos en el Diario “La Crónica" y en “El Minero” de Cerro de Pasco.

Viviendo por la educación


En 1956 fundó y dirigió por 23 años la escuela jardín “El Hogar” que, como señala María Emilia, hija de Germina, se constituyó en una especie de laboratorio pedagógico para quien ama a los niños, la cultura en general y los libros en especial.

“Fue para mí una maravilla estar ahí. Eso de estar encerrando a los niños no me parecía. Los sacaba a excursiones, que jugaran, que cantaran, que almorzaran en el jardín. Una ex alumna mía me dice que nunca fue tan feliz como en mi escuela, para mí esa es mi recompensa”.

Para ella el eje de la sociedad se basa en el respeto a los niños y sobre todo prodigarles el amor que merecen tener “alguien infeliz tiene mucho resentimiento y en algún momento sale eso. Hay que formar, no solo a enseñar, hay que educar”, sentencia.

105 años no son poca cosa y doña Germina lo sabe. “Mi único secreto será que he sido tan plena en mi vida. No me puedo quejar. Fui una niña y adolescente feliz. Y puedes creer que nunca he sentido un malestar, ni nada a partir de los 40 años”

“Será que siempre estuve rodeada de gente buena, de la que he aprendido mucho. Lo curioso es que siempre ha sido mayor que yo… he sentido hasta engreimiento”, nos dice pícaramente.

Sin embargo, hay una preocupación que la mantiene últimamente en estado de angustia “mi salud es buena, pero tengo a veces una opresión cuando pienso en todo. Entonces, digo, mejor no pienso; pero luego digo eso es muy egoísta. A mí me preocupa tanto el mundo, las guerras ese odio”.

 

Infatigable escritora


La educadora Germina Villar hace realidad su deseo más anhelado al presentar su libro titulado "Breves Ensayos y Relatos sobre problemas educativos en el Perú" editado por VOCES Revista Cultural de Lima y que fue presentada el último sábado en la Biblioteca Nacional del Perú ubicada en San Borja

La autora recopiló a lo largo de su existencia una serie de ensayos y apuntes que reflejan su profunda experiencia y preocupación en torno a la realidad educativa de nuestro país. Su asombrosa memoria, vocación de servicio y crítica profunda son características que la distinguen, aportando, así, un gran legado intelectual al país.

La presentación del libro estuvo a cargo de Dante Córdova Blanco, exministro de Educación, quien hará una reseña y compartirá su visión sobre la relevancia y pertinencia de las reflexiones que Villar ofrece en este destacado trabajo. 


Mas en Andina


Jamás imaginó que sus sueños de adolescente lo llevarían no solo a conocer el mundo, sino también a posicionarse en el universo del “marketing” digital. pic.twitter.com/seEaNfxriM

— Agencia Andina (@Agencia_Andina) June 13, 2025

(FIN) CFS/CFS
 

 


Publicado: 4/7/2025