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Los casos de la viruela del mono se han incrementado en todo el mundo, y el Perú es el país con la mayor tasa de esta enfermedad en la región. Con el objetivo de conocer más sobre esta epidemia, RPP Noticias conversó con Juan Carlos Celis, presidente del Sociedad Peruana de Enfermedades Infecciosas y Tropicales (Speit).

El médico infectólogo pidió que el Estado sea más transparente con la información de todos los casos de este mal. Añadió que la comunicación es clave en todo sentido. 

Asimismo, sostuvo que las instituciones deben trabajar directamente con los pacientes, ya que no hay tratamientos disponibles y las vacunas son limitadas, y que ni Estados Unidos está preparado. Además, dijo que la mejor forma de controlar la viruela del mono es a través de la prevención

“Es importante que transparentemos está información porque hay un llamado desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las instituciones de epidemiología y del mundo a que la población involucrada sea ellos mismos los que participen en la prevención y control de esta enfermedad”.

Conocer los contactos es clave

El jefe del departamento de enfermedades infecciosas y tropicales del Hospital Regional de Loreto añadió que a pesar de que la mayoría de los casos son en hombres homosexuales y bisexuales, ya se han reportado en niños y mujeres.

Asimismo, Celis Salinas señaló que las autoridades pensaron que se podía controlar, pero finalmente no han podido hacer un rastreo al detalle de los pacientes y se has salido de control. El seguimiento y aislamiento de las personas no ha sido suficiente

“La esperanza ahora es hacer un llamado urgente a la población afectada para que ellos intervengan en este control y se pueda de alguna manera frenar este aumento de casos”, añadió.

El infectólogo también sostuvo que no se sabe a ciencia cierta la “dinámica de transmisión” de la viruela del mono. “Hay grupos de personas como los niños, que se han identificado y que no se conoce cual es exactamente el mecanismo de transmisión, probablemente hay otras rutas y ese conocimiento lo vamos a ir adquiriendo poco a poco”, declaró.

Pacientes se rehúsan a dar información

Según contó el médico, varios de sus colegas que han tratado con los infectados le revelaron que sus pacientes no dan información alguna de sus encuentros, ni con quiénes han estado en contacto. “Se niegan totalmente a dar a conocer cuáles son sus contactos o qué relaciones estrechas han tenido”, manifestó.

“Hay una barrera ahí que hay que reconocerla, porque sino cómo la afrontas comunicacionalmente. La primera batalla va a ser igual que en el COVID-19: es decir una batalla comunicacional, tenemos que avanzar rápido sincerando la información, la data, evitando la discriminación, pero con datos transparentes, que eviten otra vez la desinformación, las noticias falsas, los charlatanes que salen a hablar mal de las vacunas, hay que anticiparte a todos estos fenómenos para poder afrontar este brote”, subrayó.

“Estamos demorando en sincerando (la información),muy temerosos en decirlo cuando ya deberíamos tener datos más claros, cuántos pacientes no comparten la información, qué tipo de investigación de campo se está haciendo sobre el problema de comunicar, la comunicación se está convirtiendo otra vez en el problema muy importante”, finalizó.