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Europaha empezado nuevamente una cruzada en búsqueda de sus consumidores y la protección del medio ambiente con borradores de leyes que buscan garantizar la vida de cualquier equipo comercializado en la región por cinco años.

Sus medidas, aunque parezcan lejanas, pueden tener efecto en todo el mundo, cambiando lo que conocemos actualmente sobre cómo las marcas manejan sus dispositivos tecnológicos.

Europa impone las reglas

Europa cuenta distintos reguladores en los países más importantes de la región. Asimismo, cuentan con parlamentarios que ya mantienen experiencia con temas tecnológicos, por lo que pueden proponer e investigar sobre nuevas corrientes y exigencias en pro de los usuarios.

Las primeras medidas dentro de los últimos años han sido las de hardware, siendo el caso más llamativo el de proponer (y aceptar) un tipo de entrada único para cargar celulares y tabletas: el USB-C.

Esta situación en específico está afectando a Apple, la gigante creadora del iPhone, la cual utiliza puertos Lightning para su carga. Ante la obligatoriedad del cambio a USB-C, desde 2024 tendrá que abandonar su puerto propio y tendrá que cambiar el diseño de su producto bandera para seguir vendiendo en el bloque. ¿Hará Apple dos tipos diferentes de iPhone según su puerto de carga? Es improbable.

Pero esto vendrá acompañado de una nueva propuesta: mejorar la vida de todos los equipos celulares en cuanto a hardware.

Recientemente, los parlamentarios han solicitado aprobar una nueva disposición que obligue a las empresas entregar repuestos por cinco años desde la venta de sus equipos.

La Comisión Europea quiere que se entreguen al menos 15 piezas de repuestos diferentes, incluyendo baterías, pantallas, cargadores, tapas traseras o bandejas para tarjetas SIM.

Los parlamentarios argumentan que obligar a los fabricantes a realizar productos más duraderos y fáciles de reparar deberá reducir los desechos electrónicos y mejorar las tasas de reciclaje. El caso se enfoca en las baterías.

El software no se queda atrás

Pero como no todo es el cuerpo, sino también la mente, el bloque busca que el software de los equipos pase por un proceso similar.

La Unión Europea ha propuesto obligar a las compañías de celulares garantizar actualizaciones para sus equipos durante cinco años si es que desean venderse en la región: cinco años para las actualizaciones de seguridad y tres años para actualizaciones del sistema operativo.

Por el momento, Samsung y Google son las únicas marcas que prometen cinco años de actualizaciones de seguridad en sus teléfonos. Aun así, no todos sus dispositivos disfrutan de estos beneficios, ya que la mayoría de las primeras solo están enfocadas en sus líneas premium.

También se obligará a que las actualizaciones de software no tengan efectos negativos en la duración de la batería.

¿Podremos verlo en Latinoamérica?

Para saber si es que estas leyes “regionales” pueden tener efecto en el resto del mundo, es necesario remontarnos años atrás en casos similares.

Por ejemplo, desde 2010, Europa aprobó la universalización de los cargadores de móviles con el micro-USB, una constante que hemos visto de forma regular en todos los equipos diferentes al iPhone antes de la irrupción del USB-C.

La medida se dio a cabo bajo argumentos similares: para reducir el número de residuos al necesitar menos cargadores. Incluso, en aquel momento, el acuerdo fue firmado por el propio Apple. El camino que tomó la compañía después es historia ya conocida.

Pero recordemos algo, estas medidas no solo están enfocadas en celulares, sino también en cámaras digitales, audífonos, teclados, mouses, consolas de videojuegos portátiles, lectores electrónicos, altavoces portátiles e incluso laptops. Es un futuro prometedor el que puede llegar a aprobarse y todos parecen estar invitados a la fiesta.

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