El polémico pelotero Christian Cueva protagonizó escenas de llanto y arrepentimiento en un retiro espiritual que realizó el pasado fin de semana, en una iglesia cristiana en su tierra natal Trujillo.
El motivo principal fue su reiterado pedido de perdón a su esposa Pamela López, que llegó al lugar para recibirlo con un ramo de flores y otros detalles, para el padre de sus tres hijos. El programa ‘Magaly TV, la firme‘ presentó el detallado informe de este momento.
En presencia de cerca de un centenar de personas que lo miraban concentrados, el popular ‘Aladino‘ improvisó un discurso lacrimógeno, donde se quebró hasta llorar como un niño, delante de la mujer a la cual juró respetar y amar, pero solo la hizo sufrir y padecer.
“Nunca pensé pararme frente a tanta gente, solo pensé hacerlo a través del fútbol, Estoy aquí venciendo muchas cosas en la vida, sobretodo cerca de mi Señor. Pasé por tantas cosas en estos 13 años de mi vida, al lado de mi esposa, la mujer que amo y la elegí para mi vida”, inició sus palabras.
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Prosiguió: “Cometí tantos errores, de verdad de todo corazón no se lo deseo a nadie, a nadie hermanos, es duro, pero sé que con Dios las cosas van a cambiar en mi vida”, reveló conmovido con micrófono en mano el díscolo deportista norteño.
Con los ojos enrojecidos y dirigiendose a Pamela López, quien estaba en el primer nivel del local y lo miraba concentrada, añadió: “Tú y yo seguiremos siempre porque mi amor por ti es muy grande, porque te amo por Dios, te amo, perdóname, por favor perdóname, por todas esas cosas que he cometido, no era yo, lo acepto, te amo”.
Christian Cueva pide perdón
Su fiel esposa sonreía tímidamente y se encontraba emocionada ante las expresiones de aparente dolor de Christian Cueva. Ella con su celular grababa ese momento tan especial.
El delantero le agradeció por haber orado nueve años por él, para que se dé su cambio, que él asegura es definitivo porque entendió que su vida loca, lo llevará al abismo y terminará solo y destruido.
En evidente alusión a su relación con la chimbotana Pamela Franco, dijo: “Después de una tormenta tan grande que pasó y la sigo pasando, le doy gracias a Dios porque me mantiene firme. Te pido perdón ante los ojos de Dios, por no haber escuchado, por no creer en cada cosa que me decías”, expresó.
Acto seguido, le pidió a Pamela López que suba hasta el lugar donde se encontraba. Ella, a pasos acelerados, lo hizo, para luego fundirse en un eterno perdón, en medio de un mar de lágrimas. Los asistentes aplaudieron este emotivo instante.
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