Es inevitable remitirse a “Cien Años de Soledad”, la obra maestra de talla mundial de Gabriel García Márquez, o a los épicos discursos de Nelson Mandela o Fidel Castro, para encontrar un antecedente similar como el mensaje que dio Gustavo Petro en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Así de brillante, potente y claro fue su mensaje.
Como la floja prensa peruana ha estado ocupando su tiempo en las críticas al discurso de Pedro Castillo, casi nadie en Perú se ha dado cuenta de la movida política que ha hecho el presidente Petro. Se ubica como el líder de los gobiernos progresistas de América Latina (puesto vacío desde la muerte de Fidel) y adelanta a Lula –cuya victoria puede estar próxima– restituyendo un liderazgo continental que naufragó con Lava Jato. El colocho tendrá el sitio ya ocupado cuando Brasil anote gol, si lo anota, frente a Jair Bolsonaro.
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Se pone así a la cabeza de las demandas de los países que ponen los muertos, los campos de cultivo y un costo social y ambiental enorme. Música en el oído de México, Perú, Colombia, naciones productoras, y de todos los países que viven los efectos del tráfico y el consumo. Alineamiento de todos tras un líder natural e histórico como es Colombia en este tema. Posiblemente Petro esté pensando en una legalización progresiva de la cocaína, que podría funcionar tan bien como la de la marihuana.
Patada dolorosa en la canilla a los gringos. Pero Petro no es Fidel Castro ni Hugo Chávez. Él propone un acuerdo universal que modifique la Convención de Viena y decenas de regulaciones internacionales. Negociar es su método, él mismo es un producto de negociaciones durante toda su vida política, como guerrillero, alcalde, senador y presidente salido de una vasta coalición política.
Punto aparte del discurso de Petro en las Naciones Unidas, es la política de destrucción de las selvas, en referencia a la Amazonía, destacando su importancia mundial. No tiene sentido permitir que se destruya las selvas, debemos unirnos en su defensa, dice.
Las pétreas palabras de Petro son un llamado a cambiar el mundo post pandemia y post neoliberalismo.
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El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis. En cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”.
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— Exitosa Noticias (@exitosape) September 28, 2022
La Plaza de Armas en el Cercado de Lima luce sin rejas, luego que el Poder Judicial dispuso que se retiren, ya que impedían el ingreso. The post OPINIÓN | Julio Schiappa: Pétreas palabras de Petro appeared first on EXITOSA NOTICIAS - NOTICIAS DEL PERU Y EL MUNDO.