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El pasado martes 9 de abril, mientras el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, se mordía la lengua ante el Congreso para no dar detalles de los relojes que le “prestó” a la presidenta Dina Boluarte, un abogado llegaba al piso 9 de la Fiscalía, en la avenida Abancay, dispuesto a hablar. Dispuesto a contar todo lo que sabía sobre la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides.

Su testimonio es crucial. Ha participado activamente, aunque en las sombras, del asesoramiento legal a la extitular del Ministerio Público, quien a toda costa quería librarse del proceso administrativo que le inició la Junta Nacional de Justicia (JNJ).

Exfiscal de la Nación, Patricia Benavides. (GEC).
Exfiscal de la Nación, Patricia Benavides. (GEC).

No solo conoció a los personajes que rodeaban a Benavides; también vio cómo la hoy suspendida fiscal suprema negociaba su impunidad a cambio de favorecer a investigados. El ahora testigo incluso era la primera opción para convertirse en defensor legal de la fiscal en septiembre de 2022.

Pero su principal función fue ser el nexo de José Luis Castillo Alva, el abogado detenido esta semana y sindicado de pactar resoluciones y procesos penales con los magistrados del caso Cuellos Blancos, con la exfiscal de la Nación para favorecerlo en su investigación penal. Tarea similar a la que desplegó el abogado Jefferson Moreno, según el Equipo Especial contra la Corrupción en el Poder (Eficcop).

“Acepté (trabajar con Castillo Alva) porque lo admiraba por su trayectoria como abogado y profesor, consideraba un honor ejercer su defensa técnica”, relató ante el fiscal Elmer Chirre, adjunto de la suprema Delia Espinoza.

El rol del testigo en actos irregulares fue tan preponderante que Espinoza, a cargo de la indagación contra Benavides Vargas, le concedió protección de su identidad bajo la clave 1-2024-FSEDCFP.

Declaración del testigo protegido 1-2024 que evidencia maniobras para salvar a las hermanas Benavides.
Declaración del testigo protegido 1-2024 que evidencia maniobras para salvar a las hermanas Benavides.

De todo lo declarado en su testimonio, a cuyo escrito de 16 páginas accedió Perú21, destaca la intervención del capitán PNP Jorge Rodríguez.

El oficial fue capturado en la madrugada del último martes en el operativo Valkiria II al corroborarse que ayudó a la fiscal Benavides ocultando llamadas telefónicas que habría mantenido con Los Cuellos Blancos.

Aunque el despliegue de Rodríguez, según el testigo protegido, no solo se activaba para socorrer a Patricia Benavides, sino también cuando lo necesitaba su investigada hermana, la jueza Enma Benavides Vargas.

Este relato es una evidencia contundente que puede cambiar completamente la investigación por cobro de coimas que pesa sobre la mayor de las Benavides.

Capitán, topo y operador

Jorge Rodríguez llevaba su arma más peligrosa en un morral oscuro que cargaba a todos lados. No se trataba de un revólver, sino de una laptop que guardaba los miles de audios de las llamadas que intercambiaron los jueces y fiscales sindicados de Cuellos Blancos.

Jorge Rodríguez fue detenido el último martes por la madrugada.
Jorge Rodríguez fue detenido el último martes por la madrugada.

Rodríguez, de 34 años, no luce como un importante policía. No supera el 1.70 m de estatura, de cuerpo menudo, voz aguda, tez clara, casi pálida, y siempre vistiendo de civil para confundirse entre la gente.

Sin embargo, era el principal analista de la Diviac. Los policías lo reconocen como el número uno de su promoción, destacado hombre de inteligencia, y el único que manejaba el contenido de las comunicaciones telefónicas interceptadas por orden judicial.

Jueza Enma Benavides Vargas, hermana de Patricia Benavides, fue presidenta del Colegiado E de la Sala Penal Nacional. (Foto: Archivo GEC)
Jueza Enma Benavides Vargas, hermana de Patricia Benavides, fue presidenta del Colegiado E de la Sala Penal Nacional. (Foto: Archivo GEC)

Desde que el portal IDL-Reporteros destapó el escándalo de corrupción en el sistema de justicia, en 2018, el capitán PNP armó un inmenso directorio tras identificar a los titulares de los números telefónicos. Y es que Los Cuellos Blancos conversaban con personas de todos los rubros y niveles: fiscales, jueces, consejeros, funcionarios, políticos y empresarios.

Cuando un fiscal requería a la Policía un informe sobre las llamadas telefónicas de algún investigado, Rodríguez Menacho era el encargado de realizar la pericia y emitir el reporte.

Todo lo hacía desde el servidor instalado en su laptop que le permitía conservar los audios, cruzar los números telefónicos y clasificarlos por nombres de sus usuarios.

Concentrar esta trascendental información le dio a Jorge Rodríguez un tremendo poder que puso al servicio del detenido José Luis Castillo Alva y su pareja Mirtha Gonzales Yep, quien lo captó como su topo.

Mirtha Gonzales, la pareja de Castillo Alva que captó al oficial Rodríguez Menacho. (GEC)
Mirtha Gonzales, la pareja de Castillo Alva que captó al oficial Rodríguez Menacho. (GEC)

Con este operador de su lado, Castillo Alva pudo intercambiar favores con la fiscal Benavides, como remover a los fiscales que lo investigaban y poner a sus recomendados, según la hipótesis del Eficcop.

De esa forma, la fiscal logró que, el 9 de noviembre de 2022, el policía declare ante la JNJ a su favor. Este respondió que no existían actas de comunicaciones entre Benavides y el empresario Antonio Camayo, integrante de la red criminal copada por magistrados, pese a que sí habían registros de llamadas entre ambos.

El testigo protegido dio cuenta al fiscal Elmer Chirre de las manipulaciones hechas por Rodríguez Menacho. Contó que este garantizó eliminar las llamadas registradas entre los jueces de la sala presidida por Enma Benavides, el Colegiado E de la Sala Penal, con familiares de procesados por narcotráfico.

Justamente, a la jueza Benavides se le imputa haber requerido coimas entre US$100,000 y US$150,000 para liberar narcotraficantes en 2014.

El 11 de diciembre de 2022, en la oficina de Patricia Benavides, y en presencia del exasesor Miguel Girao, el delator anunció, por orden de Castillo Alva, cómo iban a ayudar a la hoy jueza de la Corte de Lima.

“Ahí les expliqué a ambos que mis amigos (Castillo Alva) me habían comentado que el capitán Rodríguez Menacho había descubierto en el informe policial que debía enviar a la Junta Nacional de Justicia que existían llamadas entre los jueces de la Sala Penal que presidía Enma Benavides Vargas y los familiares de la defensa de las personas que se encontraban investigadas por delitos de tráfico ilícito de drogas; y el favor que haría Rodríguez Menacho era de no consignar en el informe las llamadas que tuvieron los jueces de la sala de su hermana Enma Benavides con los familiares de sus procesados penalmente por tráfico ilícito de drogas”, indicó el TP 1-2024-FSEDCFP.

Declaración del testigo protegido 1-2024 que evidencia maniobras para ayudar a la jueza Enma Benavides ocultando llamadas con familiares de procesados por narcotráfico.
Declaración del testigo protegido 1-2024 que evidencia maniobras para ayudar a la jueza Enma Benavides ocultando llamadas con familiares de procesados por narcotráfico.

Seguidamente, de acuerdo a la narración, Patricia Benavides “aceptó que Rodríguez Menacho no consigne las llamadas que incriminaban a su hermana Enma Benavides” y agradeció al abogado. La fiscal, es más, le refirió que, si Rodríguez Menacho necesitaba un apoyo “ante cualquier cosa”, ella le retribuiría el favor.

En esta manifestación también queda establecido qué recibía el capitán PNP de parte de Mirtha Gonzales en reciprocidad. La pareja de Castillo Alva encontró en el oficial una vulnerabilidad que la corrupción supo aprovechar y que sus jefes no pudieron advertir.

“Posteriormente tuve conocimiento de que Castillo Alva, a través de Mirtha Gonzales Yep, que era su pareja, le habían dado (a Jorge Rodríguez) un departamento para que viva y, además, le entregaban medicamentos para una enfermedad que tenía, los mismos que eran traídos del extranjero”, sostuvo.

El informe que emitió Rodríguez sobre las llamadas de la jueza Benavides llegó a manos del fiscal Uriel Terán el 9 de enero de 2023. Efectivamente, como constató Perú21, el documento no mostraba contactos telefónicos con los familiares de los narcotraficantes, solo comunicaciones con jueces de la sala y asesores.

Informe de Rodríguez Menacho enviado el 9 de enero a la Fiscalía sobre llamadas en el caso Enma Benavides. Hoy la carpeta está en manos del fiscal supremo Alcides Chinchay.
Informe de Rodríguez Menacho enviado el 9 de enero a la Fiscalía sobre llamadas en el caso Enma Benavides. Hoy la carpeta está en manos del fiscal supremo Alcides Chinchay.

El reporte sirvió como excusa al fiscal Terán para pedir sin titubeos al Poder Judicial que el caso Benavides sea archivado. La solicitud la presentó el 2 de febrero de 2023, un mes después de recibido el peritaje de Rodríguez Menacho.

Terán, según el exasesor Jaime Villanueva, fue puesto por Patricia Benavides en reemplazo de Bersabeth Revilla para precisamente salvar de polvo y paja a su hermana.

Con la información entregada por el testigo protegido se cierra el círculo, la historia sobre las maniobras de la fiscal para ayudar a su familiar. El caso está ahora con el fiscal Alcides Chinchay.

La magistrada Enma Benavides no respondió a las consultas de este diario para saber si conocía del trato que habría existido a su favor. Juan Peña, abogado de la exfiscal de la Nación, dijo que los detalles proporcionados por el testigo protegido son nuevos para él y que le preguntaría a su cliente sobre esas revelaciones. Al cierre de esta edición no hubo más respuestas.

Una foto con Gorriti

Perú21 accedió a una foto en la que Rodríguez Menacho aparece posando al lado del periodista Gustavo Gorriti, el director de IDL-Reporteros que difundió los audios de jueces y fiscales. Al ser consultado por esa imagen, Gorriti respondió que la instantánea se tomó el día que presentó su libro La Batalla, en agosto de 2019, donde narra la historia de un grupo de sinchis de la Policía, que defendió a pobladores de Sacsamarca del asedio de Sendero Luminoso.

Foto publicada en Facebook por Jorge Rodríguez Menacho en agosto del 2019. A su lado, el director de IDL-Reporteros, Gustavo Gorriti.
Foto publicada en Facebook por Jorge Rodríguez Menacho en agosto del 2019. A su lado, el director de IDL-Reporteros, Gustavo Gorriti.

“En la foto aparezco con dos de los tres sinchis que sobrevivieron, Jorge Rodríguez era hijo de uno de ellos(…) es la primera y, hasta donde entiendo, la última vez que lo vi”, refirió el periodista.