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No importa si nos gusta o no, lo digital en la vida de nuestros menores será cada vez más relevante. La capacidad de usar la tecnología a favor de sus objetivos personales será el gran diferenciador en su vida adulta. Desde esa mirada es absurdo intentar prohibir o postergar el uso de la tecnología en la casa y mucho menos en el colegio.

En una encuesta realizada en España se les ha preguntado a los jóvenes por quiénes muestran interés o hablan con ellos sobre lo que hacen en Internet. La mayoría lo hace con las amistades (40.1%) o no habla con nadie (32.7%). Con las madres o los padres solo un 29.9% y con profesores el 13.4%. Seguramente algo muy similar sucede aquí en el Perú.

Los niños observan y absorben el comportamiento de los adultos. Es esencial que los padres, madres y cuidadores sean modelos a seguir en el desempeño digital. Desde temprana edad, los niños deben ver un uso responsable y equilibrado de la tecnología. Esto implica enseñarles sobre seguridad en línea y mostrarles cómo utilizar la tecnología de manera creativa y constructiva.

Para ser guías activos en el mundo digital de nuestros menores debemos involucrarnos en sus actividades en línea, comprender las plataformas que utilizan y estar al tanto de los riesgos potenciales. El diálogo abierto y honesto sobre el uso de la tecnología es fundamental para fomentar una relación saludable con ella.

Se trata de empoderarlos para que sean usuarios activos y críticos. Esto requiere promover el equilibrio en el uso del tiempo digital, fomentar el pensamiento crítico, y enseñarles a evaluar la calidad y veracidad de la información que consumen y producen.

En resumen, los adultos tenemos un papel esencial en el desarrollo de la competencia digital de nuestras hijas e hijos para prepararlos a vivir en un mundo en donde la información y el conocimiento serán las claves del éxito.

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