Super Mensajes

El anuncio de que el 100% de entradas a Machu Picchu se venderá online ha traído mucha expectativa, pero también mucha desinformación, de parte del Frente de Defensa de Machu Picchu.

Primer mito. Sin sus 1,000 boletos diarios, Aguas Calientes perderá ingresos. Falso. El dinero de las entradas va al Ministerio de Cultura (Mincul),que luego lo distribuye como corresponde por ley. La municipalidad no va a perder; va a ganar. Con el ineficiente sistema actual, las visitas están al 51.6% versus lo que se registraba en prepandemia. La facilidad que brinda la venta electrónica –acceso 24/7, a cualquier hora y desde cualquier lugar– ayudará a recuperar el tráfico al 100%, lo que duplicaría las rentas para Aguas Calientes.

Segundo mito. Las agencias transnacionales van a acaparar los boletos. También falso. Las entradas serán personales e intransferibles, justamente para prevenir la especulación.

Otro argumento risible es que el turista peruano no compra en línea. ¿Es broma? La penetración de smartphones bordea el 90%. Y si una consecuencia favorable tuvo la pandemia, fue que aceleró la adopción del e-commerce.

Tampoco faltan los que sostienen que ni la imagen del país ni la satisfacción del turista se han afectado. ¿Existe en el mundo otro atractivo, del nivel de Machu Picchu, que venda sus entradas como si fueran tickets de tómbola? Basta de hacer apología del retraso. La falta de tecnología e infraestructura merma la experiencia y resta competitividad a nuestra maravilla mundial.

En lugar de desinformar y amenazar con cerrar el acceso si no obtienen lo que quieren, el Frente de Defensa debería defender la recuperación del turismo (que está apenas a un 50%) y la reactivación del empleo (quedan 1MM de puestos de trabajo por recuperar). Retroceder no es una opción. Aguas Calientes no necesita más protestas; necesita más turismo.

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