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La respuesta es sí, pero hay algunas consideraciones a tener en cuenta. La NOAA en Estados Unidos, que tiene una destacada área para estudios climáticos, ha publicado que – básicamente– en respuesta a la presencia de El Niño, la Tierra en su conjunto, es decir la superficie de los mares y continentes, vienen observando durante los últimos 10 meses récords históricos para todo el conjunto planetario. Es decir desde junio de 2023 la superficie de nuestro planeta se ha mostrado –mes a mes— más caliente que en ningún otro momento de su base de datos mensuales observados y reconstruidos en sus registros desde 1850.

No vamos a discutir acá si el planeta estuvo más cálido hace millones de años. Los datos puros y duros revelan un entorno cálido. No solamente en todo el planeta; sino una de sus piezas que más nos interesa: Sudamérica.

Nuestro subcontinente ha observado el periodo enero-marzo más cálido también en esa serie de datos. En Perú, donde la calidad de los datos antiguos es baja, también venimos de ver, por primera vez, múltiples registros sobre 40 °C en la selva los últimos meses y El Niño Costero –ya disipado– también produjo marcas históricas en la costa y sierra.

Si bien es cierto, El Niño Costero ya no está presente, el global aún lo está pese a su disipación próximamente esperada. Más aún, el Atlántico está muy cálido y otro dato interesante de la NOAA, concretamente de su departamento de data e información obtenida desde satélites, revela que las temperaturas en la troposfera media (aproximadamente entre 3,000 y 10,000 metros sobre el nivel del mar alrededor de todo el planeta) alcanzaron temperaturas récord en marzo; al igual que en los ocho meses previos donde también se establecieron récords globales.

Frente a ello, esta semana también ha servido para que el Centro de Predicción Climática de NOAA manifieste que persiste en una probabilidad importante (60%) de que un evento La Niña – que en materia de temperaturas hace lo opuesto a El Niño – termine por desarrollarse hacia el invierno.

Basados en experiencias previas e importantes de El Niño como el caso de 2015-2016, un proceso de “normalización” de las condiciones climáticas en la costa transcurre a lo largo del otoño. Es decir que si bien es cierto estamos observando temperaturas inusualmente altas en los últimos días, donde se mezclan condiciones de tiempo como los vientos cálidos del norte que ocasionalmente se siguen presentando en la costa; acompañadas de condiciones climáticas: superficie del océano y baja atmósfera calientes; es normal que este calor – que va a declinar— esté presente con el contexto que tenemos. Tendremos invierno.