La relación era tirante desde hace un mes y medio, aproximadamente. Según fuentes de Palacio, la comunicación entre la presidenta y el hoy ex primer ministro se había enfriado. Además, rumores de seguimientos a ministros y dos escándalos de chats truchos mostrando supuestas coimas con congresistas ‘Niños’ habían remecido el entorno palaciego. Pero también habían revelado la trama de traiciones, paranoia y complots que hacían imposible seguir trabajando en equipo.
El 10 de diciembre de 2023, Perú21 había contado que “el premier estaría muy nervioso por la existencia de seis videos que estarían relacionados con las contrataciones de sus amistades”. Tras la agresión a Boluarte en Ayacucho, en enero, caería el general PNP (r) Roger Arista de la DINI. Era el inicio del fin.
Uno de los videos llegó a manos del círculo íntimo de Boluarte. Pero Otárola lucía confiado en su muñeca política. No es la primera vez que ha tenido problemas de este tipo. Una fuente cercana al gobierno de Ollanta Humala recuerda un incidente similar que no llegó a explotar.
El video dio la vuelta a Lima en muy pocas manos. Por ejemplo, las de un reconocido cirujano plástico que operó a Yaziré Pinedo. En él se vería a Pinedo y una acompañante en Máncora, haciendo una videollamada subida de tono. Los gatos aludidos habrían sido un cariñoso regalo. Gatos esfinge, como los que tenía ‘El Español’, Jorge Hernández Fernández.
No sería el único video, sin embargo. Hay otro en el que se hablaría de quién toma realmente las decisiones en el gobierno. Una grabación que buscaba golpear su relación con la presidenta.
La reacción de Pinedo evidenció un presunto doble discurso. Por un lado, se exime a Nicanor Boluarte de toda culpa. Por el otro, se le menciona. Un modus operandi similar al caso de la salida de la exministra de Salud Rosa Gutiérrez. Luego de celebrar en privado a la presidenta, la exfuncionaria atacó al gobierno públicamente en los medios, acusando a Boluarte de pedir la restitución de un gerente investigado por presuntos y millonarios actos de corrupción. La también expresidenta de Essalud dijo que recibió una llamada de la misma presidenta. “Rosita, repón al gerente (Iván Pereyra)”, le dijo, según su versión. Ese doble discurso despertó suspicacia en Palacio.
Nuevos personajes
La animadversión con Martín Vizcarra sería de larga data. Mario Vizcarra, hermano del expresidente, sería cercano a Yahaira López García, madre de la quinta hija de Otárola. Ambos se habrían conocido por tener familia aprista. López también sería muy amiga de otra reconocida familia aprista, la de Virginia Borra. Especialmente por su hijo.
“¡Cómo puedo hacer una denuncia pública de un padre político y público que no cumple debidamente con la manutención de su menor hija y sí viaja al extranjero con toda su familia!”, escribió el 22 de mayo de 2018 en su cuenta de Twitter.
Pinedo, por su lado, habría buscado el consejo de un nuevo amigo: Zamir Villaverde. El empresario actualmente es investigado por los presuntos actos de corrupción que se dieron en el marco de la licitación del proyecto Puente Tarata, lo que significó uno de los primeros escándalos del gobierno del hoy encarcelado expresidente Pedro Castillo.
Nicanor Boluarte, a su vez, sería muy cercano al abogado Mateo Castañeda. El reconocido exfiscal superior lo estaría asesorando en estos temas.
Gustavo Adrianzén, flamante premier, tendrá que ordenar la casa, limpiar Palacio y guardar los cuchillos en el cajón de la cocina. Todo queda en manos del exprocurador del Ministerio de Defensa en tiempos en que Otárola manejaba la cartera, en pleno gobierno de Ollanta Humala.
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