El progresista Bernardo Arévalo asumió la Presidencia de Guatemala tras una jornada accidentada. La sesión solemne del Congreso, en el que Arévalo obtuvo minoría, estaba programada para las 15:00 horas del domingo 14. Sin embargo, incidentes parlamentarios y judiciales ocasionaron que la juramentación suceda pasada la medianoche de hoy.
El flamante mandatario inició su discurso resaltando la fortaleza del sistema democrático guatemalteco. “Me llena de profundo honor asumir esta responsabilidad, evidenciando que nuestra democracia tiene la fortaleza necesaria para resistir, y que mediante la unidad y la confianza podemos transformar el panorama político en Guatemala”, dijo.
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A la ceremonia acudieron presidentes y jefes de Estado. Sin embargo, ante la larga demora, varias autoridades se retiraron, como el rey Felipe de España VI y el presidente chileno, Gabriel Boric.
Jornada conflictiva
El domingo, no solo debía tomar juramente el nuevo presidente, sino también los parlamentarios elegidos en junio. Sin embargo, el Movimiento Semilla, partido de Arévalo, presentó un pedido ante la Corte Constitucional para que se pronuncie si los diputados elegidos por este partido podían postular a la Junta Directiva del Parlamento, a pesar de que su partido haya sido inhabilitado.
La Junta Constitucional determinó que los diputados del Movimiento Semilla tendrían que ser juramentados como independientes, categoría que les impediría presidir comisiones parlamentarias ni cargos directivos.
La larga espera generó que varios Estados emitan pronunciamientos en apoyo al presidente electo y exigiendo al Congreso que realice la transmisión de mando.
La incertidumbre y el caos duró hasta las 7:30 p.m, cuando se logró instalar el nuevo Congreso y el Movimiento Semilla no solo logró integrar el Parlamento como bancada, sino que presentó una lista para presidir la Junta Directiva del Congreso que resultó victoriosa.
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