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Desde que se inició el gobierno de Dina Boluarte no se registraba una desaprobación presidencial tan alta como la registrada en la última encuesta de Ipsos para canal N. Guillermo Loli, director de Estudios de Opinión de Ipsos, analiza las cifras.

¿Parece que se ha convertido en una tendencia la desaprobación del gobierno de la presidenta Boluarte?

Claramente, el resultado de desaprobación de Dina Boluarte es una tendencia irreversible. Ahora se tiene un pico de 80% que muestra una gran pérdida de legitimidad de la presidenta. Esto es principalmente por la agenda nacional. La presidenta está mirando una agenda que no necesariamente sintoniza con las prioridades de la población.

¿Cuáles son los factores?

Hay una agenda nacional y el ciudadano de a pie no siente que sus necesidades sean prioridad. La inseguridad es el principal problema del país, esta variable podría ser aprovechada porque hay un tema en concreto que la presidenta y su equipo deberían tomar. Así podemos enumerar más de un problema.

¿Y el factor Alberto Otárola?

No le suma. Hemos visto varios meses que mantiene un nivel muy bajo de aprobación y por momentos se ha visto que hasta hay una percepción de que comparten el poder. Hay un matrimonio político, ya la historia juzgará. Pero, claramente, no le suma.

Sin embargo, existen diferencias con el gobierno anterior.

Comparado con los ministros que se tenía con el expresidente Castillo, hay una diferencia. Algunos tienen un perfil más técnico y eso, al inicio, daba la posibilidad de que las cosas cambiaran. Pero a la luz de las cifras que medimos, pues no hay una sintonía con la población.

¿Qué posibilidades hay de cambiar esta tendencia?

Una gran posibilidad es la prevención frente al Fenómeno de El Niño. Esa es una posibilidad de comunicación, de decir qué se está haciendo o cómo se viene coordinando con los gobiernos regionales. Ahí hay una posibilidad de cambiar el rumbo de la imagen que proyecta.

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