Para el analista político Alberto Bajak señala que “ante la inacción actual en Cancillería, el Embajador Arturo Jarama, conocido como el <Zar de la Vacuna> ascendido por el ex canciller Mario López Chávarri por lograr la negociación con la vacuna china Sinopharm, con subterfugios que están esclareciéndose, hizo vacunar a su esposa, y parentela y nadie dice nada”, así empieza nuestra entrevista con el también abogado.
- ¿Qué posición o situación ve usted en el Ministerio de Relaciones Exteriores?
Esta situación anómala que está descubriéndose por la vacuna del Covid-19 es sólo la punta del iceberg en Torre Tagle. Por ello, los procesos de investigación determinados, deben incluir a aquellos los círculos diplomáticos, que generalmente se convierten en intocables debido a la elegancia en evadir problemas sustanciales. Sin embargo, Francisco Tenya, Javier Sánchez Checa, Oscar Suárez Peña, Claudia Halabi, también señalados como parte del grupo que se vacunaron, continúan como si nada hubiese sucedido en la más olímpica impunidad.
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¿Cuál es el rol del actual canciller Allan Wagner?
Allan Wagner tendrá la capacidad y la valentía para efectuar la profilaxis diplomática que la Cancillería necesita para expurgar elementos nocivos que la han desprestigiado? Se sabe a ciencia cierta, que la función diplomática ha sido sesgada con compadrazgo puro y arbitrariedades al por mayor, sin embargo, en los ascensos se soslayó la meritocracia y solo se logró impulsar a allegados y amanuenses sin calificaciones reales, pues ellos, lograron los mejores puestos en los nombramientos en el exterior causando graves perjuicios funcionales, lo que en la práctica se constituiría en un incremento y promoción de «jerarquías nombradas a dedo» que usufructúan el poder bajo una estructurada argolla interna. La lucha contra la corrupción debe de ser en todos los frentes.
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